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El “efecto Tiger” no arruinó la popularidad del golf entre los espectadores y anunciantes

(Advertising Age) - Por qué ese deporte se mantiene vigente pese a los problemas que enfrentó el icono californiano.

El “efecto Tiger” no arruinó la popularidad del golf entre los espectadores y anunciantes
El gran retorno de Tiger Woods al golf en 2010 fue la transmisión de cable más vista de ese deporte.

¿Puede usted nombrar a los tres atletas estadounidenses que figuran en la lista de “Fortunate 50” de la revista Sports Illustrated 2012?

LeBron James y Kobe Bryant, de la NBA, no llegaron a ella. Tampoco lo hizo Tom Brady, de la NFL, ni Alex Rodriguez, de la MLB.

En su lugar, los golfistas Phil Mickelson (60,8 millones de dólares) y Tiger Woods (56,4 millones) se ubicaron en los puestos 2 y 3 respectivamente, en recaudación por endosos, triunfos y fees por apariciones. Sólo el boxeador Floyd Mayweather (85 millones) se ubicó por encima de ellos por sus dos peleas transmitidas pay-per-view. Casi todas las ganancias del dúo de golf provinieron de acuerdos publicitarios. Mayweather no tuvo un simple auspiciante.

La popularidad de Mickelson y Woods muestra por qué el golf ha sido capaz de resurgir de la recesión económica.

Jóvenes estrellas como Rory McIlroy, Bubba Watson y Adam Scott están ganando torneos y aumentando sus acuerdos de auspicios. McIlroy recientemente firmó con Omega y Nike. Watson realizó un acuerdo con Oakley. Scott fue nombrado embajador de la marca por Uniqlo. Estos jóvenes le dieron al deporte un empuje cuando Tiger Woods se perdía largos periodos desde 2010 a 2012 debido a lesiones y a la caída producida por sus escándalos sexuales.

Fuera del circuito, el PGA Tour firmó extensiones a largo plazo con las cadenas NBC, CBS y Golf Channel, vigentes hasta 2021. El tour está “completamente auspiciado” en esta temporada, dijo el vocero del PGA Tour Ty Votaw, con asociados como Charles Schwab, Coca-Cola, Anheuser-Busch, Rolex y Tiffany & Co.

La reciente performance del golf “desmiente a la teoría de que hay una dependencia de Tiger”, dijo Votaw. “Estamos entusiasmados con que él sea parte de nuestro deporte. Es un ícono. Al mismo tiempo, los resultados financieros que arrojaron los últimos tres o cuatro años demostraron que las bases de nuestro deporte son muy fuertes”.

Los ingresos brutos del PGA Tour fueron de 1.110 millones de dólares el año pasado, un 14,7% más que los 963 millones de 2009.

El gran retorno de Woods al golf en 2010 fue la transmisión de cable más vista de ese deporte. “Hay una gran excitación en Augusta porque Tiger está actuando tan bien”, dijo Leah LaPlaca, vicepresidente de programación de ESPN, mientras se disputaba el Masters. “Entre él, Rory McIlroy y los buenos jugadores jóvenes que están surgiendo en el país, hay un renovado interés”.

Los eventos más vistos del golf por TV son los cuatro mayores certámenes: the Masters, U.S. Open, British Open y el PGA Championship, junto a la bianual Ryder Cup. Los cuatro grandes promediaron 6,4 millones de televidentes (que vieron los torneos en vivo) en 2012, mientras todos los eventos del PGA Tour, incluyendo los principales, promediaron 3,3 millones de espectadores, según el vocero de Nielsen Sal Tuzzeo.

Pero lo que hace tan valioso al golf para los anunciantes y agencias de publicidad es su público, de alto poderío económico y educación. Y, por cierto, los hombres que deciden en las empresas norteamericanas miran y juegan al golf.

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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