“Hermosa nota. Alberto me conoció mucho, lo conocí bastante. Aprendí de sus numerosos escritos, notas, libros y, principalmente, de su amistad. Eso me permitió tener, seguramente, cercanía para encuentros reflexivos”.
“Inteligente, pensaba y comunicaba muy bien, y eso permitía reflexionar y pensar. Una pérdida para todos y especialmente para los comunicadores publicitarios. Un gran amigo. QEPD”.
Miguel Daschuta
“Lo vi por primera vez a fines de los años 70, en la banquina del puerto, en Mar del Plata. Vestido con un impecable saco de tweed marrón, una remera abotonada al cuello y una cámara Voigtländer colgando. Parecía un personaje de Norman Rockwell. Paseaba con su inseparable esposa Mabel y su hija. Él ya era un periodista consagrado. Yo empezaba mi viaje por la publicidad. Lo conocía de leer sus artículos en la revista Mercado. Describía un mundo atractivo repleto de figuras míticas y audaces que habitaban Madison Avenue: Mary Wells, David Ogilvy, Bill Bernbach, Jerry Della Femina, Neil French. Muchos nos formamos entonces mirando esas referencias. Hoy, tanto esos nombres como la publicidad de entonces son leyenda. Igual que en la Argentina lo son Casares, Ratto, Colonnese, De Luca, Gowland”.
“Borrini analizó la publicidad y el marketing de los últimos 50 años poniéndoles una mirada de editorialista. La gran mayoría de sus artículos apuntan a ser breves ensayos. Su prosa, criteriosa y fundamentada, ayudó a formar gente en el análisis. Un lujo a la luz del mercado periodístico actual, en el que los diarios publican noticias y comentarios con errores de ortografía y oraciones a las que les faltan palabras”.
“Además de los varios títulos editados, tenía tres libros en preparación. Sus 90 años eran apenas un detalle. Quedan su trabajo, sus anécdotas, su pasión. Lo demás se lo lleva el viento, en un atardecer rojizo y polvoriento, como en esas viejas películas de John Ford que tanto le gustaban”.
Daniel Reynoso