O la de Bill, da igual.

El mes pasado y por primera vez en estos -creo- cinco años que tengo mi columna mensual en adlatina.com, decidí dejar desiertas todas las categorías.

Hubo meses excelentes.

Sin embargo -y es posible que yo sea un fósil del siglo pasado- hay cada vez más “creatividad” que no entiendo: sobresaturada de chistes sin concepto y carente de ideas.

Como ya dije, muchos celulares y poca comunicación.

En marzo volvieron a enviar muchas ideas no seleccionadas en febrero, pero en campañas que las multiplican y transforman una diversión apasionante en un trabajo insalubre.

Algunas son de agencias a las que quiero y respeto.

Hubo muchas aceptables campañas de bien público, pero ninguna excepcional.

Como si los verdaderos anunciantes no fueran capaces de aprobar nada…

Y demasiadas de festivales de cine independiente o cosas extrañas que deben entender los marcianos a los cuales parecen dirigidas.

Por error, me enviaron algunos spots británicos.

Eran buenos.

Ya no es novedad decir que la gráfica era poca y sin nada destacable.

Pero la TV salvó el mes.

Cada vez que me invitan a dar una conferencia yo digo que leí todos los libros de Ogilvy pero aprendí publicidad con un solo aviso de Bernbach… Y no me pregunten con cuál: con cualquiera.

Aunque creo que ninguno supera al spot Entierro del viejo y querido Beetle.

Desde la muerte física del genial Bill y desde que la B solo quedó en la sigla de su ex agencia, en esa y en otras diferentes se hicieron miles de comerciales de VW.

Algunos hasta lograron algo aparentemente imposible: ser malos.

Y cuando uno piensa que la creatividad publicitaria no avanza sino que retrocede, de pronto un milagro: con Galgos de DDB España para su cliente Golf Rabbit, la agencia española retrocedió tanto que arrimó la bocha a las geniales creaciones del Maestro.

Mis felicitaciones.

Un dato: el VW Golf fue lanzado al mercado en 1975, sin embargo en Estados Unidos fue llamado VW Rabbit hasta 1984.

Creo que también es un acierto de la empresa llamar Volkswagen Golf Rabbit al producto del comercial Galgos.

Gracias DDB España por “retroceder” hasta la buena publicidad que fue mi maestra y por alegrarme un mes que me había deprimido hasta el hartazgo.

A los galgos les deseo que cacen un león en Cannes.

Gabriel Dreyfus