Una firma de abogados de San Diego que se hizo famosa en el pasado por haber trabado juicios contra Enron Corp. y otras compañías en representación de accionistas, ha encontrado ahora un nuevo target: los fabricantes de “pantallas solares”.
La larga razón social -Lerach Coughlin Stoia Geller Rudman & Robbins- apareció en los últimos días acusando judicialmente al laboratorio que produce Coppertone y otras populares marcas de protectores solares, de estar engañando a los consumidores sobre la efectividad de esos productos.
El juicio está entablado en Los Angeles y tiene en la mira a una serie de avisos que considera “falsos y engañosos”, por afirmar que las lociones bloquean totalmente los efectos dañinos del sol.
En los hechos –dice la presentación- las pantallas ofrecen cierta protección contra los rayos ultravioletas, pero las investigaciones revelan que no los bloquean totalmente, lo que puede causan cáncer de piel, envejecimiento y aparición de arrugas.
Falsa seguridad
La publicidad de esos productos ha creado una falsa sensación de seguridad entre los amantes del sol –dicen los abogados-, y eso ayudó a aumentar la exposición a los rayos UV y por ello a multiplicar de los efectos dañinos.
“Las pantallas solares se han constituido en la ‘poción milagrosa’ del siglo XXI”, dijo Samuel Rudman, uno de los socios del estudio jurídico, aludiendo a los famosos brebajes de siglos pasados que supuestamente servían para curar todas las enfermedades. “Falsos atributos como ‘bloqueo solar’, ‘a prueba de agua’ y ’24 horas de protección’ deben ser retirados de inmediato de las etiquetas de esos envases”, agregó.
Schering-Plough Corp., fabricante de Coppertone, ha rechazado de plano esas aseveraciones. Tanto esa compañía como Neutrogena Corp. -empresa con sede en Los Angeles- afirmaron que sus protectores solares cumplen con las especificaciones dictadas por la Food and Drug Administration norteamericana.
El juicio no apunta expresamente a personas, sino que consolida presentaciones realizadas previamente por varios particulares. Los abogados señalaron que reclamarán a las cortes que fuercen a los fabricantes a renunciar a las ganancias de las ventas de todos los productos que recibieron publicidad falsa.
Una cifra voluminosa
Más de 455 millones de dólares es lo que facturan anualmente los protectores y lociones bronceadoras, en gran parte fabricados por las compañías mencionadas en la denuncia. En esa lista figuran Playtex Products Inc., Tanning Research Laboratories Inc. y Chattem Inc. Entre las marcas involucradas están Banana Boat, Hawaiian Tropic y Bullfrog.
Según los abogados, las normas de la FDA son “débiles, en parte porque la industria ha tenido éxito en erosionar la aplicación de medidas más estrictas cinco años atrás. Esas reglas habrían prohibido el uso de términos engañosos, tanto en etiquetas como en avisos publicitarios”, dicen los litigantes.
En aquel momento, la FDA señaló por escrito que estaba “preocupada” porque el uso de la expresión “bloqueo solar” podría “confundir o desorientar a los consumidores, y hacerles pensar que el producto bloqueaba toda la luz originada en el sol”.
El doctor Charles Ganley, director de una oficina de la FDA, señaló que la agencia pospuso la aplicación de la regla “a la espera de un consenso sobre el método de testear el nivel de la protección de los rayos UV”.
Un vocero de la entidad corporativa Cosmetic, Toiletry and Fragrance Association señaló que la industria había colaborado con la FDA “para asegurar que los consumidores tuvieran más información, y más confiable”.
Al igual que lo que afirman muchas etiquetas de protectores solares, el doctor Richard Glogau, dermatólogo de San Francisco, afirma que los consumidores “necesitan confirmar a menudo los conocimientos que tienen sobre los productos, y tomar otras precauciones, como la de no exponerse al sol durante el mediodía, y utilizar sombreros”.