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REEMPLAZA A MAX GUTIÉRREZ

Andrea Rosselló: “Buscamos ganar mayor especialización en áreas claves de nuestro core business”

La nueva CEO de McCann Lima dialogó con Adlatina sobre su nueva posición en la agencia en la que trabaja desde hace dieciocho años. Recordó sus primeros pasos en la industria, hizo referencia a las expectativas que le genera su cargo, y al contexto económico global.

Andrea Rosselló: “Buscamos ganar mayor especialización en áreas claves de nuestro core business”
Sobre sus objetivos en la agencia, Roselló aseguró: “Espero continuar el legado alcanzado por mis antecesores, el cual puso en el mapa del mundo a McCann Lima”.

Andrea Roselló, que lleva dieciocho años en McCann, donde se desempeñaba como managing director, sucederá a Max Gutiérrez en el rol de CEO, luego de más de dos décadas en la empresa, y tras su decisión de emprender nuevos proyectos profesionales.

Tras haber estudiado para ser psicóloga clínica, descubrió su pasión por "el causa-efecto a la hora de convencer a las personas de adquirir productos". "En esa época mi mamá tenía una agencia de publicidad independiente (llamada Alma Publicidad), por lo que el mundo publicitario siempre me había resultado muy familiar. Luego de practicar un verano, tenía clarísimo que era lo mío. En 2001 ingresé a Leo Burnett, fue mi primera experiencia en una agencia transnacional y fue muy positiva a todo nivel. Recuerdo que mi primera cuenta fue una lotería, era muy divertido, dinámico (muy real time para la época) y el espacio para la creatividad era grande", cuenta Roselló.


—¿Cuándo y cómo llegó a McCann? ¿Qué significa la agencia para usted, después de tantos años?
—En una palabra, mi casa. Un lugar donde he desarrollado plenamente mi carrera profesional y he podido aprovechar muchas oportunidades. Llegué en 2003, como ejecutiva de cuentas junior. Pasé por diferentes cuentas, asignaciones y cargos hasta ser directora; y luego de diez años decidí experimentar desde el frente del cliente en marketing. De hecho, fue una experiencia sumamente enriquecedora (que repetiría); sin embargo, mi corazón y destino es de publicista. Es por ello, que a finales del 2014 regreso a McCann como VP de cuentas, luego en 2019 asumo como MD y ahora como CEO. La razón principal de esta permanencia es que siempre sentí que avanzaba y que tenía claro el siguiente paso. Estos dieciocho años en McCann son parte de lo que soy hoy y lo que ha definido aspectos importantes en mi vida.

—¿Qué significa este nombramiento?

—Considero que es una señal positiva, en lo que se refiere a la  promoción del talento interno. McCann es un lugar de muchas oportunidades donde se puede hacer una carrera profesional, no sólo dentro del país de origen, sino en el mundo en general. De hecho, desde esta oficina se ha “exportado” mucho talento a Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. A nivel personal este nombramiento significa un paso muy importante en dos aspectos: primero, en mi carrera como publicista, pues con mucho orgullo -después de dieciocho años en McCann Lima- ocupo el puesto de CEO. Segundo, por ser la primera mujer en ocuparlo. Si bien la decisión es totalmente al margen de esta variable, sí es una realidad que el gap entre hombres y mujeres en posiciones gerenciales es aun sumamente amplio. Es por ello, que estar en el grupo de referentes es una gran responsabilidad; además, teniendo dos hijas, es aún más significativo para mí.
—¿Cuáles son sus objetivos al asumir como CEO? 
—Espero continuar el legado alcanzado por mis antecesores, el cual puso en el mapa del mundo a McCann Lima y llevar a la agencia al siguiente nivel de su evolución. Buscamos ganar mayor especialización en áreas claves de nuestro core business; así como, una evolución de servicios complementarios, incorporando soluciones y productos ad hoc a las necesidades de hoy. Es decir, la mejor alternativa “one stop shop”. En este camino será muy importante seguir desarrollando, motivando y empoderando al talento interno (para este punto, la ventaja de una red como McCann, es que contamos con el soporte de un amplio programa de capacitación en la red, “Spark”). De la misma manera, es imprescindible darle más foco a la incorporación de perfiles de diferentes industrias y expertise, con el fin de enriquecernos y tener un mestizaje de talentos, al servicio de soluciones creativas.
—¿Cómo se presentó el año, teniendo en cuenta la incertidumbre económica mundial, las sobras de una posible recesión? ¿Cómo ve el pulso de los clientes? ¿Qué conversaciones se plantean al respecto?
—Este año empezó lleno de desafíos, sumado al contexto global está la situación propiamente local. Venimos desde 2022 con alta incertidumbre política y social; lo que hace que las inversiones y el consumo tiendan a ser más conservadores. Sin embargo, el Perú es un país resiliente y tiene una gran capacidad de levantarse y ponerse de pie. En línea con lo mencionado, nuestro rol como aliado estratégico es aún más clave, para acompañar a nuestros clientes en la búsqueda de soluciones, eficiencias y diferenciación. Ha sido importante y necesario romper ciertos paradigmas, ser flexibles y pensar fuera de la caja en cuanto a modelos de negocio, herramientas, talento externo, equipos descentralizados y formas de operar. Esto a su vez nos ha abierto oportunidades de más y nuevos negocios. Finalmente, lo que se espera -hasta ahora- para este año, son inversiones relativamente similares al 2022, pero con una exigencia y cobertura omnicanal mucho mayor. Como todos sabemos, los medios y canales se han multiplicado exponencialmente, por ende, nuestra forma de abordar el trabajo no puede ser la misma.
—Mucho se está hablando últimamente de cómo las mujeres logran el equilibrio entre el progreso en la carrera y balancearlo con la vida personal. ¿Cómo lo vive usted?
—Considero que el balance “perfecto” no existe, entenderlo y no culparse  por eso es el primer paso para lograr el equilibrio. Todos los días o épocas no son iguales, ni tienen la misma demanda; es ir encontrando la manera de ir compensando y hacer lo mejor que uno pueda en el camino. Por otro lado,  creo que es como tener físico. Por ejemplo, si siempre corres 20 kilómetros, correr 10 o 15 es normal; incluso puedes aventurarte a hacer una maratón completa. Sin embargo, si nunca has corrido, correr 5 kilómetros puede ser misión imposible. Creo que mientras más cosas hace una persona -más allá de si es hombre o mujer- genera capacidad de abarcar más, y esto favorece el balance, ya que incluye temas laborales y personales. Se desarrolla un “músculo” para  generar soluciones rápidas y prácticas, para saber delegar y no perder la energía de hacer más.

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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