Todo comenzó en un elevador. Con un micrófono en mano, se me ocurrió que, para mi episodio de "El Martínez" de esta semana, iba a grabar a gente random en la calle con historias interesantes en South by Southwest 2024. Me encontré desde el dueño de una plataforma de música independiente, pasando por una compañía de AI que está creando universos para Apple Vision, hasta al director de otro festival en Lisboa que vino aquí a inspirarse.
Pero no nos vayamos por las ramas. Eso ya lo pueden escuchar con calma en el episodio de "El Martínez" podcast-bar de esta semana.
Vamos a lo sustancial. A lo que se llevó el día.
La plática de The Daniels, los creadores y directores de Everything Everywhere All at Once. Una película que, por cierto, se estrenó aquí en SXSW hace justo dos años y que no solo capturó la imaginación del mundo, sino que también marcó un antes y un después para el festival, porque lo catapultó a un nuevo nivel de relevancia global.
Daniel Kwan y Daniel Scheinert comenzaron a mezclar en una licuadora gags de humor, profundidad y creatividad, y compartieron las filosofías detrás de su enfoque cinematográfico que aquí les voy a intentar resumir.
Explicaron que todo comenzó buscando el Ikigai, una palabra japonesa que se refiere a encontrar un equilibrio en la vida de cuatro elementos clave: lo que amas, en lo que eres bueno, por lo que puedes ser pagado y lo que el mundo necesita.
Resulta que ellos utilizan este marco cuando se sienten atascados o perdidos en su proceso creativo. Entonces, comenzaron un viaje creativo de su historia como dupla, poniendo las pendejadas que los han inspirado. Cosas tan maravillosas como:
-Uno de sus primeros videos virales con "perros haciendo skate sobre personas". “Un video sin moraleja, pero a internet le gustó”.
-El meme de "Nikocado Avocado", un YouTuber que pasó de ser un delgado violinista vegano a un obeso comedor de "mukbang", como un ejemplo de la influencia destructiva de perseguir algoritmos.
-Se burlaron de su propio trabajo pasado, como un video musical de Lil Jon "Turn Down for What", insinuando que no fue el proyecto más significativo.
Además, hay equilibrio en esa dupla en el proceso creativo. "A mí [Scheinert] me gusta la improvisación y a Kwan le gusta preparar”.
Al explicar la importancia de tener elementos personales, inmaduros, "egoístas", para mantenerse emocionado sobre un proyecto, Scheinert comentó que, para él, en Everything Everywhere All At Once, "el hecho de que Michelle Yeoh estuviera allí me hizo trabajar diez veces más duro... Era como, oh, mi héroe de la infancia está justo ahí. Así que no voy a quejarme de nada".
Así que, mientras la charla exploraba temas filosóficos y culturales importantes alrededor de la narración de historias, una lluvia de memes para ilustrar un punto:
La importancia de ser libres creativamente, creer en las pendejadas y apostar a las cosas que te han venido haciendo sentido desde chico.
Oyéndolos hablar, daban ganas de abrazar las paradojas y ponerte a contar historias que, con un tono tan simple, reflejen la complejidad del mundo, alejándose de los clichés y creando ese ecosistema extraño.
Luego llegaron a donde iba todo: El aprendizaje y la lección: Cómo las historias pueden cambiar vidas, manteniendo viva la esperanza incluso en los tiempos más oscuros, y subrayaron la importancia de ser fieles a uno mismo en un mundo obsesionado con la viralidad.
Salí de la sala sin saber en qué metaverso estaba, porque este festival vive su título más famoso como si fuera su eslogan. Es un lugar donde, literalmente, todo está en todas partes, todo a la vez.