“Es verdad, el autor soy yo...”, reconoció lacónicamente Philip de Vellis, de 33 años, empleado de Blue State Digital, una compañía de Washington que asesora a candidatos del Partido Demócrata y grupos liberales, al reconocer que aquel famoso video estilo “
Blue State diseñó el sitio de internet del senador Barack Obama, rival directo de la ex primera dama norteamericana; y uno de sus miembros fundadores, Joe Rospars, tomó una licencia para trabajar como director de nuevos medios de Obama.
Tanto el candidato como Blue State dijeron que De Vellis había actuado “por su propia cuenta” al hacer el difundido cortometraje y postearlo en el sitio YouTube. De Vellis dejó la compañía el miércoles de la semana pasada, anunciando que había renunciado. Pero Thomas Gensemer, managing director de la empresa, informó que en realidad lo habían despedido.
La imagen de Hillary Clinton había sido afectada en los sondeos de opinión por el video, que muchos recibieron como “un ejemplo cabal de activismo ciudadano canalizado en la web”, pero luego de la revelación reconocieron que era el producto de un mero operativo político montado por gente vinculada con la campaña de Obama.
“Esto enturbia toda la estrategia del senador”, dijo un observador demócrata, visiblemente perturbado por la noticia. Es que desde que aterrizó en la escena nacional, Obama había venido ganando adherentes sin cesar, día a día, con la promesa de elevar la imagen de los políticos.
En el video aparecía una imagen orwelliana de Bill Clinton como el “Big Brother”, por detrás de su esposa como candidata.
El cuartel general de Obama se apresuró a aclarar que “nadie entre nosotros tenía conocimiento ni relación alguna con la creación de ese aviso”. Agregaron que “Blue State Digital tiene lazos separados con sus individuos y nos hemos asegurado de que ninguno de ellos ha trabajado en nuestra campaña”.
Un convencido
De Vellis, en un blog que escribió luego de ser identificado por el sitio Huffintonpost.com, reconoció las dificultades que había creado. “Yo apoyo al senador Obama, y espero que gane las primarias... pero acepto que este aviso no se corresponde con su estilo de hacer política”, escribió.
Entre los dos precandidatos demócratas viene produciéndose una larga puja cuya temática se ha remontado a sucesos de la época en que Clinton hacía su campaña para presidente. La semana previa al incidente del video, el consultor David Axelrod, de Obama, desafió públicamente a su par Mark Penn, del staff del ex presidente, a que retire la caracterización que hacían de Obama en torno de su posición sobre Irak.
Pero las consecuencias de la revelación del video van más allá: según los expertos en publicidad política, el suceso destruye en buena medida la refrescante imagen que venía construyéndose de internet como un nuevo ámbito en el que los ciudadanos comunes podían comprometerse en vigorosos (y a veces provocativos) discursos.
De Vellis dijo que había actuado como un “conocedor de tecnología” y un “navegante de la web políticamente sintonizado”. Declaró haber realizado su trabajo “un domingo, en mi departamento”, utilizando una computadora Mac y un software editor de video para alterar un aviso clásico de Apple aparecido durante la transmisión del Super Bowl en 1984. (Se refería al fenomenal aviso de lanzamiento de Apple que acaparó todos los premios y comentarios del mundo de la publicidad en aquel año, justamente el mencionado por George Orwell en su célebre libro).
Pero lo que se sabe es que De Vellis es un político profesional. Un hombre que ha trabajado para el representante demócrata Sherrod Brown en su exitosa campaña por la senaduría de Ohio, y que también lo hizo para una firma que tiene en su roster a clientes políticos, Obama incluido.
“Es obvio que algunas personas van a ver todo esto como que estoy trabajando en política, y pensarán que es algo no ingenuo o no genuino”, dijo De Vellis. “Pero yo sigo pensando que los hombres de la calle pueden cambiar la política. Este aviso lo podía haber hecho cualquier otro”.
Como aquel de Apple, 1984
El aviso presentaba a Clinton en una enorme pantalla de televisión hablándole a una audiencia que, sentada, lo escuchaba en medio de un estado de trace. Una atleta femenina, corriendo por delante de un grupo de soldados, ingresa entonces al auditorio y revolea un martillo con dirección a la pantalla, exactamente al estilo de aquel aviso de Apple, y destruye la imagen de Clinton. Un texto sobreescrito dice: “El 14 de enero comenzarán las primarias demócratas. Y usted verá por qué 2008 no va a ser como
De Vellis expresó después de descubierto el affaire su orgullo por la creación, aunque reconoció que sus empleadores estaban “desengañados y enojados” por su acción, “y me lo merezco. Esto cambia la trayectoria de mi carrera”.