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COLUMNA DE OPINIÓN EXCLUSIVA PARA ADLATINA

Nunca dejemos de crecer, reflexiona Pablo Gil

El fundador de Coupé y co-fundador de Agencias Independientes en Argentina escribió un artículo que responde a las palabras de Stan Richards, a raíz de la nota de Ad Age publicada en Adlatina.

Nunca dejemos de crecer, reflexiona Pablo Gil
Gil: “La nota de Ad Age sobre Stan Richards, que publicó Adlatina, para mí representa mucho más que una excelente historia de compromiso, profesionalismo y calidad humana”.

POR PABLO GIL
CEO de Coupé


Desde que empecé a trabajar en publicidad hace veintisiete años, los creativos hemos luchado contra el paso del tiempo y el envejecimiento, más que contra las hojas en blanco. Siempre fue muy común escuchar la comparación de nuestra carrera con la de los futbolistas, y no por los billones que facturan, sino por la edad en que se retiran. Y aquellos que se acercaban a los cuarenta y pasaban a dirigir un negocio, se lanzaban en una veloz carrera de construcción de agencia con cartel de venta antes de su inauguración. Hasta estaba el insight de que si no vendías la agencia antes de los diez años, algo andaba mal.

Claro está que todo esto se desarrolló dentro del principio de mercado que se rige por la oferta y la demanda, con décadas de voraz actividad de los holdings que adquieren compañías. Seguido por la creencia de que tenés que llegar a los cincuenta hecho. ¿Qué es llegar hecho, no?

La nota de Ad Age sobre Stan Richards, que publicó Adlatina, para mí representa mucho más que una excelente historia de compromiso, profesionalismo y calidad humana. Es un claro ejemplo de cambio de paradigma en un nuevo siglo que nos tiene acostumbrados a romper y transformar todo lo establecido. Su historia no es nueva, pero por algo es noticia. El mundo también está necesitado de cambios de valores. El foco prioritario en lo económico no dio los resultados esperados en la ecuación de la felicidad y la historia de Richards pone por encima la pasión, la libertad y el dar a los demás como indicios de ser una fórmula más cercana a lograrlo.

Dos modelos muy diferentes, el de una persona que encuentra vitalidad  y energía trabajando a los ochenta y siete años contra personas de cincuenta que desean retirarse cansados de trabajar.

Existen estudios y libros que hablan sobre la importancia de tener un propósito en la vida, sentirnos útiles en la sociedad y estar activos para tener una mayor calidad de vida y una mejor vejez. Conozco muchas personas de diferentes industrias que vendieron sus empresas y llenaron sus cuentas bancarias, pero empezaron a sentirse vacías por dentro y eso impactó su bienestar físico y emocional.

Un dato no menor ―y que quizás inspire a que haya más Stans― es el gran crecimiento de la expectativa de vida gracias al avance de la ciencia y la tecnología. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), entre 2000 y 2050 la proporción de los habitantes del planeta de sesenta años se duplicará: pasará del 11% al 22%. Es decir, se prevé más adultos mayores y más sanos, que van a seguir aportando a la economía mundial. ¿Si vendés a los cincuenta que harás todos los demás años? ¿Un emprendedor independiente que encontró un valor inigualable en la libertad puede volver a tener jefes o rendirles cuentas a accionistas el resto de su vida?

Otro análisis para hacer es la relación directa entre la desaparición de los dueños apasionados como Richards incorporándose a los holdings, con la pérdida de  posicionamiento y crisis en la que entró la industria en la última década. Es una hipótesis que merece ser analizada.

Hoy se habla de la crisis de talento que tiene nuestra industria y de su pérdida de capital humano en manos de carreras tecnológicas que se perciben más innovadoras y ricas. También de la falta de pasión de las nuevas generaciones que ingresan a la publicidad. Como mencioné antes, no es casualidad que hoy Richards sea noticia. Creo en la sincronicidad y percibo que se está gestando un cambio de época, en el que no importa la edad. La generación Z tiene tanto para aportar como la silver. Los más jóvenes pueden aportar tendencias, códigos y frescura, que combinados con pasión, compromiso y experiencia pueden crear un poderoso combo de redefinición del negocio publicitario. Sólo es necesario repensar el lugar que uno ocupa y tener en claro que hay espacios que ceder para que otros se desarrollen y para que las empresas evolucionen. Propongo que dejemos de decretar nuestra jubilación anticipada y de persiguirnos con la edad.

Una cosa es crecer y otra, muy distinta, envejecer. Yo elijo crecer contento.

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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