(Ad Age) - En un escenario aparentemente perfecto con las próximas elecciones estadounidenses, se ha hablado mucho sobre un asteroide que se precipita hacia la Tierra el 3 de noviembre, como si necesitáramos otra catástrofe que nos asolara en medio de una pandemia, una lucha racial y un conflicto político.

Aunque la NASA insiste en que la roca espacial, también conocida como 2018VP1, no representa una amenaza real para nosotros (solo hay un 0,41% de posibilidades de que el objeto celeste entre en la atmósfera de la Tierra el 2 de noviembre), Oreo aprovechó el momento para recordarnos que si llegara a ocurrir un evento catastrófico, la marca de galletas sobrevivirá. Esto es porque Oreo ha creado un compuesto a prueba de asteroides en Svalbard, Noruega, donde ha guardado de manera segura la receta de la galleta, algunas muestras y algo de leche en polvo (el acompañamiento perfecto, si se agrega un poco de nieve).

Los sándwiches de muestra también están envueltos en pet (capa fina de poliéster), por lo que podrían resistir una congelación profunda o el calor de una colisión de asteroides (de -80 grados a 300 grados Fahrenheit), así como otras interferencias ambientales, como productos químicos, la humedad o el aire.

Para promover la bóveda, Oreo lanzó un film, documentando que, de hecho, realmente existe. El film captura a un arquitecto noruego llamado Markus Thorland y su búsqueda para construir la estructura. Mientras observa su creación final, comparte un poco sobre lo que lo impulsa: “La gente me ve, cree que siempre estoy seguro, que siempre estoy al tanto de las cosas, pero en realidad, detrás de todo esto, solo soy un pequeño niño asustado... Sería una lástima que se acabara el mundo, pero es una bóveda bastante buena”.

La idea fue concebida por la agencia The Community, con redes sociales lideradas por 360i y PR a través de Weber Shandwick. La inspiración para la idea provino de las “bóvedas de semillas” alrededor del mundo que están diseñadas para proteger semillas de diferentes cultivos frente a desastres globales. La idea fue de los hermanos Mollá (Joaquín y José) y el director creativo fue Ramiro Raposo.