Un estudio que acaba de aparecer en los Estados Unidos revela un fuerte vínculo entre la publicidad de bebidas alcohólicas y el consumo que de ellas hacen los jóvenes.
El trabajo –realizado por investigadores de la universidad de Connecticut- abarcó unos 1.900 jóvenes durante un período de tres años, quienes, expuestos a un aviso relacionado con el alcohol en un mes determinado, aumentaron el consumo personal en alrededor de 1 por ciento.
La investigación también arrojó el dato de que cada dólar adicional gastado en publicidad de alcohol incrementaba la consumición individual en 3 por ciento.
Aparecido en el Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, el trabajo señala que “los resultados proveen evidencia de que la cantidad de dinero gastado en un ambiente de jóvenes de 15 a 26 años y la cantidad de publicidad recordada redunda en mayor consumo de bebidas”. Agrega: “A más publicidad, mayores niveles de bebida y más marcados incrementos en consumo a través del tiempo”.
Una muestra representativa
El estudio se basó en una muestra al azar de personas de entre 15 y 26 años en los mercados top de medios de los Estados Unidos, para representar a cerca de 80 por ciento del mercado total del país. Las encuestas fueron realizadas en cuatro tandas durante tres meses. Los convocados debieron responder preguntas relacionadas con la frecuencia del consumo de alcohol y las cantidades máximas y promedio que bebieron. También se les preguntó cuántas veces habían visto publicidad de alcohol y cerveza en las cuatro semanas anteriores.
En los Estados Unidos no existen restricciones federales para la ubicación de los avisos de vía pública de alcohol, pero la industria en general adhiere a una política voluntaria de que 70 por ciento de la audiencia tentativa tenga la edad legal para consumir esos productos. No obstante, los autores del estudio sostienen que muchos menores están expuestos a esa publicidad y que esa exposición produce mayor consumo.
“Los resultados no avalan la hipótesis de que la correlación entre la exposición publicitaria y la cantidad bebida puede ser causada exclusivamente por una atención selectiva de parte de los bebedores”, señala el informe. Según el doctor Leslie Snyder, directora del trabajo, “los resultados también contradicen las afirmaciones de que la publicidad no está relacionada con la cantidad que beben los jóvenes; o que la publicidad en el mejor de los casos produce que la gente cambie la marca de la bebida, o que sólo afecta a los mayores de la edad legal, o que es efectivamente contrarrestada por los actuales esfuerzos educacionales. La publicidad de bebidas alcohólicas resultó un factor contribuyente para las cantidades que bebió la juventud a lo largo del tiempo”.