Que día triste, que noticia tan triste, nos dejó el grande, un superhombre, no me imagino mañana sin poder hablar con él.

Horacio Diez fue mi mentor, mi jefe, mi colega y mi amigo.

Realmente me está costando muchísimo escribir lo que siento, lo que hemos perdido y que se llevó injustamente el destino.

Horacio fue la persona que mas influyó en mi carrera. En JWT, por más de diez años, fue mi jefe: aprendí de él todo, era sólo seguirlo y ver el cómo. De una memoria prodigiosa, podía recordar números y nombres como si fueran propios.

Siempre me dio la oportunidad de estar al frente, hasta que un día me nombró su sucesor, al él partir con la familia a JWT de Venezuela, donde estaba la sede regional.

Unos años depués compró una parte accionaria de Ogilvy Argentina y recuerdo que fui el primero a quien llamó para preguntarme “¿cuándo venís para aquí?”.

Curioso, lo logró en 1995, estando yo en JWT Italia: movió todos los hilos para que nos volviéramos a juntar; nuevamente estábamos Horacio y Marcos, como Tom y Jerry.

Las mismas aventuras, las mismas sonrisas, largas charlas, el tiempo pasaba rápido. Horacio siempre iluminaba con su comentario no sólo acertado, preciso y diferente; siempre tenía otro ángulo para ver el problema.

Fue un gran presentador, el mejor que yo haya visto, orador sin papeles. Recuerdo su consejo: “Estudiá a fondo lo que vas a decir, llevá los papeles, dejalos sobre la mesa y no los vuelvas a mirar”.

Perdón, no puedo seguir, estoy llorando la pérdida de alguien que fue único en mi vida. Gracias Horacio, gracias nuevamente.

Para Mirita, un apretado abrazo de Jean y mío.

Marcos Golfari