Marketing Argentina

ES EL DIRECTOR DE HERITAGE DE COCA-COLA

Jamal Booker: “Una marca debe capturar aquello que significa para las personas”

El ejecutivo acompaña el tour internacional “100 años en una botella”, en el que la compañía celebra el siglo de vida de la icónica botella Contour. En su paso por Argentina, dialogó con Marketers by Adlatina y analizó la importancia que tiene para las marcas tener un registro de su historia.

Jamal Booker: “Una marca debe capturar aquello que significa para las personas”
Booker presentó el evento que ya se hizo en México, Colombia y Brasil, y que en noviembre estará en República Dominicana.

“Haciendo investigación durante mi trabajo diario el año pasado, recibí información sobre la primera botella de Coca-Cola de Irak, del año 1950. Rastreé al propietario y a su hijo, y me contaron su historia y la escribí para presentarla en el sitio de Coca-Cola Journey”, explicó Jamal Booker sentado en un sillón del piso 12 de las oficinas de Coca-Cola en Buenos Aires. El director de heritage de la compañía llegó a la capital argentina para la apertura de la muestra “100 años en una botella”, en el que se celebra el primer siglo de vida de la icónica botella Contour.

En diálogo con Marketers by Adlatina, el ejecutivo detalló sus experiencias como responsable de toda la historia de la compañía: “Desde hace cien años hasta aquí, registramos todos los comerciales, cada botella, cada lata, cada afiche. Manejamos ese tipo de material proveniente de todas partes del mundo. Entonces uno puede ver cómo se veía Coca-Cola en Argentina en 1940 y en Sudáfrica”.

La muestra, que tendrá lugar en el predio de La Rural del 8 al 12 de octubre, hace un repaso por todas las dimensiones de la marca y hace especial foco en una muestra de arte que tiene como protagonista a la histórica botella.

“Por muchos años hemos hecho exposiciones, como Coca-Cola y el deporte para la FIFA, Coca-Cola y los Juegos Olímpicos, o Coca-Cola y Santa Claus. Pero esta es la primera vez que lanzamos en una muestra todo en torno a la botella de Coca-Cola”, detalló. Su papel esta vez tuvo que ver con la selección de cuáles serían las obras de arte que participarían de la muestra. “Miramos colecciones de arte para encontrar las mejores piezas para presentar esto, incluso hemos comprado nuevas piezas que nos gustaban específicamente para este tour”, ahondó.

-¿Por qué es importante que una marca guarde este tipo de registros?

-Primero, para captar la esencia de lo que la marca ha hecho a lo largo de la historia. Siempre digo que se puede dar clases de historia simplemente viendo comerciales de Coca-Cola. También, el archivo es utilizado por la compañía para cada nueva campaña. Cuando se hace una nueva campaña, por ejemplo, para los Juegos Olímpicos, el equipo a cago de ese trabajo, revista qué es lo que se hizo en los Juegos Olímpicos año a año. Pero lo más importante es capturar lo que la marca significa para las personas. Les preguntamos cuáles son sus historias con Coca-Cola, como su primera memoria con una Coca-Cola. Porque en realidad la marca es eso: qué significa para las personas.

-¿Cuál es el criterio que utilizan para seleccionar qué se guarda en el archivo y qué no?

-La palabra es qué es lo que merece ser guardado. Vemos cosas de todo el mundo, así que tiene que ser especial y útil para alguien en el futuro. Puede ser una pieza muy interesante pero nadie la va a utilizarla. Son ítems que creemos que las personas verán y les aportará valor en el futuro.

-Usted proviene de un área que no es el marketing ni la comunicación, ¿cómo fue la experiencia de adentrarse en este mundo?

-Antes de unirme a Coca-Cola trabajé para el archivo del gobierno. Trabajé dos años en Maryland y otros dos para el archivo de Gerogia. Cuando explico lo que hacía cuando trabajaba para los archivos del gobierno, siempre es una conversación distinta que cuando explico lo que hago ahora: diría que teníamos registros de matrimonios, certificados de nacimiento y de defunción, etcétera, y al gente se aburriría. Es que a mí siempre me gustó la historia. Pero desde que estoy en Coca-Cola y la gente me pregunta qué hago, les digo que tenemos comerciales o fotos de The Beatles sosteniendo botellas de Coca-Cola. Y los ojos de las personas se iluminan, y ahí comprendo la importancia de la historia y por qué esto es importante: porque todo el mundo tiene alguna historia con una Coca-Cola.

-¿Cuándo se empezó a registrar todo lo que producía Coca-Cola?

-El archivo empezó a funcionar de manera por los competidores que teníamos. En ese momento no era un archivo oficial, pero había un equipo que guardaba los avisos. Pero con los años acumularon tanto material que no sabían qué hacer con él. Era una colección. Y en 1967 la compañía contrató a su primer archivista y creó su primer departamento de archivo. Ese es mi exjefe, Phil Mooney, que cuando llegué  la compañía hace 10 años, seguía allí como archivista. Y se hizo cargo durante 35 años, hasta que se retiró en 2013. Él puso todo en orden para que sea posible buscar, por ejemplo, por deportes. Pero siempre hay desafíos. Ahora captamos todo en digital, que durante mucho tiempo su guardó de manera física.

-¿Con qué se van a encontrar los visitantes que asistan a la muestra de “100 años en una botella”?

-La parte central de la muestra son las obras de arte pero hay otras partes. La primera sala es mutisensorial, allí se ve, se huele y se siente qué es Coca-Cola. El olor es un aroma de Coca-Cola. Hay una ronda de botellas históricas y allí se puede pasar la mano para sentirlas.

Cuando se diseñó la botella en 1915, tenía muchos competidores con nombres similares como Coca-Nola y Koke. Y todas se veían parecido, entonces nunca sabías si estabas tomando una Coca-Cola u otra bebida. Se dispuso un brief creativo que decía que la botella debía ser reconocible en la oscuridad e incluso rota en el suelo. Cuando uno pasa la mano por la ronda, sabe que son botella de Coca-Cola.

Luego, una de las salas más populares es el bubblizer, donde cada uno puede en una pantalla ver cómo sería si uno fuera una botella de Coca-Cola. En esta parte siempre es donde más gente se toma más selfies. En el siguiente, está el perfect server, en el que se sirve Coca-Cola en la temperatura exacta a la que debe ser consumida.

-¿Cómo fue la experiencia del evento en otros países?

-Fue muy interesante porque en cada uno fue haciendo algo diferente. En Sudáfrica, un artista local hizo obras de arte en la que se mostraban partes de la botella plástica. En Colombia, invitaron a coleccionistas de botellas de Coca-Cola para que pusieran algunas de sus piezas en el museo. En México, eligieron un coleccionista para que colocara toda su colección ahí. En Argentina, también estamos trabajando con coleccionistas. Sé que hay material de ellos que no he visto, pero estoy seguro que tienen cosas que yo no tengo en Atlanta. Y eso es lo que celebramos: la pasión que la gente tiene por Coca-Cola. No es una muestra de cosas de la compañía.

-¿Y después de Argentina?

 

-Después de Argentina viene Tailanda. En realidad son dos muestras, la de aquí es la de América. Que después de Argentina termina en República Dominicana, en noviembre.

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

Compartir nota