¿Cuáles son los desafíos de la industria de videojuegos en la Argentina? ¿A qué cuestiones debería prestar atención un desarrollador de juegos sociales? ¿Cuáles son las características del mercado? Fueron algunas de las preguntas que se intentaron responder en las conferencias ofrecidas durante la primera jornada de Expotoons 2012.

Diversos referentes del área como Martín Repetto, ceo de Black Pony y vicepresidente de operaciones de Makingfun; Augusto Chesini, de Canned Brains, y Sebastián Koziner y Julián López Galán, de Pixowl, se dieron cita para exponer sus perspectivas sobre el estado del sector así como para incentivar a los jóvenes ilustradores y diseñadores que están dando sus primeros pasos en el particular mundo de los videogames.

“El sector de los videojuegos está en continuo crecimiento a pesar de las crisis económicas y constituye la industria de entretenimiento más grande del mundo”, comentó Augusto Chesini, líder de la compañía productora de juegos, servicios y herramientas digitales Canned Brain. Asimismo, señaló que una de las razones del éxito de los videojuegos radica en la diversidad de plataformas en las que pueden desarrollarse, y que en el futuro el foco estará puesto en las aplicaciones móviles.  “El mundo va para el lado del mobile. Las tablets y las notebooks constituirán el 70 por ciento de las ventas de computadoras en los próximos 24 meses”, sostuvo.

Con respecto a las claves para desarrollar un videogame exitoso, Chesini señaló que, en primer lugar, es necesario plantar “una bandera”, es decir, determinar el tipo de plataforma así como el target y la marca de la aplicación. Luego es prudente establecer una versión base del juego, y finalmente, agregar requisitos de calidad y completitud que se correspondan con cada una de las plataformas.

Otra de las cuestiones en las que insistió Chesini es en que no alcanza con producir un juego, sino que también es necesario tener en cuenta el proceso de distribución y el marketing del producto.

En esta misma línea se pronunció Martín Repetto al mencionar que para generar un videojuego online no solo es importante contar con un equipo de desarrollo sino también con uno de operaciones, que se encargue de analizar día a día el consumo de cada videojuego, las métricas, la relación entre la inversión y las ganancias y el presupuesto destinado a marketing y publicidad. “Todo lo que hacemos tiene que estar respaldado por las métricas; todo tiene que tener un por qué”, advirtió.   

Además, Repetto expresó que uno de los puntos esenciales a la hora de producir un videojuego es tener en cuenta las características del target. De esta forma es importante observar si los consumidores son fieles a los juegos, si pagan por ellos o si se dirigen hacia aquellos que son gratuitos. “El éxito del producto depende de cuánto los clientes están dispuestos a pagar por el juego y si son fieles a él o no”, dijo el ceo de Black Pony.

Precisamente esta área de operaciones, según Repetto, es una de las más débiles en Argentina y es la razón por la que los desarrolladores terminan trabajando para terceros. Desde la perspectiva del ejecutivo, gran parte de las empresas abocadas al sector digital se encargan de ejecutar productos pero no generan planes de comercialización y marketing, ni evalúan la relación que los consumidores tienen con el producto de forma diaria.

Por otra parte, para desarrollar la dimensión estética de los videogames, Sebastián Koziner y Julián López Galán expresaron que primero hay que concentrarse en los fundamentos básicos del arte y después en la tecnología. De esta manera se trata de conocer las plataformas mientras se va produciendo. “Hacer un videojuego es como filmar mientras se inventa la cámara”, aseguraron.

Finalmente, los representantes de Pixowl recalcaron que las partes más importantes de un juego son su mecánica, el tipo de tecnología que emplea y su concepto artístico. Y pusieron énfasis en que lo primordial es que artista y programador trabajen mancomunadamente.