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SECRETOS EN REUNIÓN

Si hace un brainstorming, sepa que hay dos clases de silencios

(Advertising Age) - Una pausa puede ser embarazosa, o puede convertirse en una gran oportunidad para pensar.

Si hace un brainstorming, sepa que hay dos clases de silencios
El autor, Darryl Ohrt, es director creativo ejecutivo de Carrot Creative, de Nueva York.

Un viejo amigo que fue auditor de una importante firma de contabilidad me enseñó una vez un clásico truco de su profesión: si usted quiere que la gente le diga más, mírela en silencio. Esto hace que la mayor parte de la gente se sienta tan incómoda que inmediatamente buscará llenar el silencio con algo, cualquier cosa. Este es el sueño de un auditor.

Pero nosotros no tenemos que quedar indefensos contra el silencio. De hecho, podemos utilizarlo positivamente. En los brainstorms, el silencio puede realmente ayudar si podemos estar más confortables con unos pocos momentos de tranquilidad entre los colaboradores.

En los meetings se producen dos tipos de silencio: el embarazoso “no sé qué decir” y el “estoy pensando en el problema”. El silencio de pensamiento debería ser absolutamente bienvenido en su brainstorm. Es completamente diferente del otro, que puede provocar un innecesario ruido y entorpecer la aparición de ideas y soluciones a los problemas.

Hay una gran diferencia entre el ruido y el compartir “malas” ideas. Las malas ideas deberían ser bien recibidas en cada brainstorm, como siempre es sano explorar las cosas que usted sabe que no puede hacer. Una mala idea de una persona puede provocar el brillo de otra persona. Una mala idea puede ser partida por la mitad, explorada y aprovechada. El ruido, en cambio, es diferente: proviene de la incomodidad con el silencio, y la necesidad de llenarlo. El ruido incluye la innecesaria repetición del brief en voz alta, la relectura de la lista de ideas y cualquier otra cosa que el autor del ruido puede aportar para llenar el vacío. Hay que frenar eso cuando ocurra, para romper con el hábito de ir allí en primer lugar.

La tranquilidad debería servir como necesario tiempo de pensar, tiempo de usar la imaginación visual y mental, y explorar. Los compañeros de trabajo que han realizado brainstormings con frecuencia saben esto y aprenden a alimentarse de los silencios.

No me interpreten mal. Un brainstorm no debería parecerse a una reunión en una biblioteca. Las mejores sesiones están llenas de risas, gritos y diversión. Pero inevitablemente hay momentos secos, cuando todo conduce a una pausa. En esos momentos usted ve a los grandes equipos hacer un click, y nuevos equipos llenan el aire con ruidos.

Está bien pensar. Dibujar. Revisar material de consulta. Las ideas que siguen estiran al grupo, exploran el desafío en una manera más profunda, y, al fin de cuentas, hacen ver su camino y ejecución. Allí es donde nacen las grandes ideas.

Manejar el justo balance entre el tiempo de pensar, las malas ideas y la ruidosa exploración del genio es el secreto para conducir a los mejores brainstormings. Pensando que el silencio puede ser oro.

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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