El domingo pasado, la selección de fútbol de España buscaba romper con el maleficio de no poder vencer en más de 80 años a su similar de Italia en una competencia oficial. El público español pareció tener mucha confianza en su equipo, ya que la tanda de penales del partido transmitido por Canal Cuatro batió el record de audiencia desde 1992, año en el que se comenzó a medir el número de espectadores en el país ibérico.
En el momento en el que Cesc Fabregas ejecutó el último penal, que le dio la victoria a España, 15.920.000 españoles se encontraban frente a un televisor, cifra que equivale al 79,9% del share.
El número de espectadores del encuentro -que se disputó en Viena- se fue incrementando a medida que transcurría el partido: durante los 90 minutos de juego hubo una audiencia de 11,5 millones de televidentes, que crecieron a 14,1 millones durante el tiempo extra, para llegar a 15,3 millones durante la tanda de penales, cifra que equivale al 77,5% del share.
Según la consultora Barlovento, el partido disputado el último fin de semana batió el record de audiencia de la televisión española, que estaba en manos del canal Eurovisión desde una presentación de la cantante española Rosa en 2002.
Por otro lado, se convirtió en el match con mayor número de espectadores, al superar a la audiencia del encuentro España-Francia de octavos de final del Mundial de 2006, que tuvo 12,2 millones de espectadores, con un share del 69,9%.
También superó el share que tuvo el primer partido disputado por España en el Mundial de Francia 98, que llegó a tener 12 millones de espectadores, con un share 79,4%.