El magnate mexicano Carlos Slim es actualmente dueño de una infinidad de corporaciones, entre las cuales se cuentan América Móvil, Telmex y el grupo industrial Carso. Esta semana, acaba de dar el visto bueno para otorgar un préstamo de 250 millones de dólares a The New York Times, destinado a saldar parte de las deudas que enfrenta el periódico.
Esta ayuda se enmarca en la difícil situación financiera que enfrenta el negocio de la prensa escrita en Estados Unidos, tras las importantes mermas registradas en los ingresos publicitarios de los principales periódicos del país.
Los beneficiarios de la ayuda de Slim son principalmente los integrantes de la familia Ochs-Sulzberger, dueña del New York Times y del Boston Globe. Sin embargo, el préstamo del mexicano estaría muy lejos de representar el fin de las preocupaciones para esta familia, que por lo pronto debe hacer frente a una deuda de 400 millones de dólares que vence en mayo.
Una historia millonaria
Slim es el segundo hombre más rico del mundo, según la revista Forbes (ya superó en el ranking a Bill Gates). Y no es la primera vez que el mexicano demuestra interés por el periódico neoyorquino.
En septiembre del año pasado adquirió 6,4% de las acciones de la compañía, luego de que su valor en Bolsa decayera en un 20%. En ese momento, se dijo que la operación superaba los 120 millones de dólares, menos de la mitad del monto que ahora el ejecutivo “prestó” al periódico.
Además, no hay que olvidar que a comienzos de 2008 Slim adquirió también el 2% de la compañía responsable de editar el periódico británico The Independent (Independent News & Media).
¿Hasta dónde llegarán las ansias de expansión del magnate? Sólo el tiempo lo dirá. Por lo pronto, de acuerdo con informaciones de
Claro que se trata de un largo camino recorrido: a los doce años realizó su primera inversión, cuando adquirió 44 acciones del Banco Nacional de México. Con todo, lo que está claro es que Slim es dueño de una historia plagada de números que hacen que una inversión de 250 millones de dólares no genere ningún escozor.