Hace pocos días Luis Miguel Messianu, fundador y presidente de Alma DDB, anunció al equipo de la agencia en un evento en South Beach la reestructuración del directorio ejecutivo. Mientras que él pasa a ser “creative chairman” y CEO, Isaac Mizrahi y Álvar Suñol son ahora copresidentes de Alma, además de ser COO y CCO respectivamente. Angela Battistini fue promovida a vicepresidenta senior de Business Services, y Michelle Headley a vicepresidenta senior de Operations. Las dos forman parte de la agencia desde su inauguración en 1994.
“Fue una sorpresa bonita y emotiva, por lo inesperado”, contó Suñol sobre su nombramiento. El creativo ingresó a Alma DDB hace casi dos años como vicepresidente senior y director creativo ejecutivo. Anteriormente, fue DCE en Bassat Ogilvy Madrid por seis años y en J. Walter Thompson México por tres, y pasó también por McCann Erickson Barcelona, Grupo Lorente y DDB.
Según Suñol, el nombramiento no implica en lo inmediato un cambio significativo en su rol como responsable de la creatividad de la agencia, sino que “consiste en un reconocimiento oficial de mi relación con la agencia y con Luis Miguel (Messianu), para fortalecerla”.
“Creo que los resultados se dan gracias a que hemos estado trabajando en equipo. Si algo funciona, tampoco lo cambies mucho”, explicó el publicitario. Alma ciertamente parece estar funcionando: con grandes clientes como McDonald’s, AARP y Kingsford, la reestructuración del directorio ejecutivo se da en un momento de gran crecimiento de la agencia, que duplicó su tamaño en cinco años. “No hay agencias buenas ni malas: tienen momentos mejores que otros. Ahora estamos teniendo uno bueno”, afirmó Suñol. “Por un lado, por un poquito de suerte, y por otro porque coincidimos en la toma de decisiones, compartimos una misma visión en lo profesional y en otras facetas de la vida”, manifestó.
En ese sentido, el objetivo del nuevo CCO es mantener el camino actual de Alma. La agencia obtuvo recientemente la cuenta de Sprint, en la que concentrará buena parte de su atención en los próximos meses. “También estamos reestructurando la agencia y encontrando nuevos sistemas y procesos en lo que supone esta cantidad de trabajo y esta dinámica”, explicó Suñol.
También habló del mercado hispano en Estados Unidos y el modo en que se posicionan las agencias en relación a él. “La dimensión y la influencia que supone el sector hispano tienen una repercusión social y cultural que a nosotros nos afecta de manera muy positiva, creando cada vez más oportunidades”, afirmó. Pero, frente una imagen renovada del consumidor estadounidense, la industria publicitaria compite por dominar los nuevos segmentos. “¿Quién entiende más esos insights, los de mercado general o los de mercado hispano? Es una competencia para ver quién se lleva la mayor parte del pastel”, señaló.
