No quisiera irme de este magnífico país, sin antes agradecer enormemente el apoyo que siempre he sentido en cada una de tus palabras publicadas. Han sido tres años intensos; años llenos de aprendizaje, de ilusión, de lucha, de reto. Tres años en los que hubo aciertos y, probablemente, también equivocaciones. Aprovecho estas líneas para ofrecer disculpas en caso de que alguna vez no hubiera estado a la altura de tus expectativas.

En definitiva, han sido tres años inolvidables en los que alcancé mi mejor momento profesional. En gran parte, además del magnífico equipo con el que tuve la suerte de trabajar en JWT, se lo debo a gente como tú, pues uno no es nadie si nadie habla de él, y uno es quien es -en gran parte también-, por lo que dicen de él.

Gracias por tus comentarios, gracias por tus notas, gracias por tus juicios de valor. Gracias por haberme ayudado a hacer de éste, el mejor momento de mi vida.

Me voy contento, cargado de ilusión, aunque con enormes dosis de melancolía y nostalgia. Vuelvo a mi país a emprender un nuevo reto, a, como dije aquel día recién llegado a México frente a ti y los demás compañeros de la prensa, seguir evitando dejarme morir lentamente.

Me voy en busca de nuevos retos, nuevas aventuras, nuevas ilusiones, de esas que rescatan el brillo de los ojos  y a los corazones decaídos…

A partir del próximo mes de mayo, me uno a Ogilvy Madrid, donde me desempeñaré como el nuevo director general creativo. Es en esta oficina en donde podrás encontrarme para cualquier cosa que necesites y en la que te pueda ayudar. No lo dudes nunca.

Gracias, mil gracias una vez más por ayudarme a darle sentido a todo este esfuerzo. Gracias por darle voz a una parte de mi vida.

Un fuerte abrazo,

Alvar Suñol