“Decidí que había llegado el momento de dejar de ‘decir cómo’ para ‘hacer’”, explicó Abel Aguilar respecto de su partida de Properú Publicidad, donde se desempeñaba como director general creativo desde 1998, para iniciar su propio proyecto junto a César Bettocchi, quien ocupaba el cargo de dgc en BBDO Perú y luego en Garwich/BBDO, con quien, asegura Aguilar, hay “cierta admiración mutua”.
“Puse a la venta mi paquete accionario y fundé Aguilar & Bettocchi Centro de Negocios, un emprendimiento enfocado en la comunicación en su sentido más amplio: la estrategia y los negocios”, definió Aguilar.
El creativo se había tomado en diciembre una licencia de cinco meses para integrar el comando de la campaña presidencial de Lourdes Flores Nano, la cual -en palabras suyas- dejó un balance desastroso: “Perdimos las elecciones. No las ganó Alan García, las perdimos nosotros.” Pero asegura que ese tiempo le permitió observar su ahora ex agencia desde otra perspectiva: “Lo que vi desde afuera, lo que sentí, reafirmó mi convicción de emprender mi proyecto”.
Según Aguilar, las agencias de hoy, salvo pocas excepciones, se quedaron en el tiempo y siguen creando como para tiempos pasados: “El mercado ha crecido en Perú; pero, salvo un par de agencias grandes, las otras no lo han hecho al mismo ritmo”. Y en lo que respecta a Properú, aseguró que al menos hasta hoy no ha dado señal de un cambio medular. “Yo tengo una visión de la publicidad, del negocio publicitario, con fuerte sesgo empresarial y eso me hace intolerante con la inacción”, dijo.
“Esto no es reciente”
Consultada por adlatina.com, la presidenta de Properú Publicidad, Fedora de Marzi, explicó que paralelamente a la partida de Aguilar se sumó a la agencia Sergio Larrea, quien se ha hecho cargo del departamento. En lo que respecta a la venta de las acciones, De Marzi afirmó que Aguilar las puso a disposición y sostuvo: “Abel es un pequeño accionista y es lógico que lo haga.”
La presidenta de Properú reconoció que hay con Aguilar una diferencia de opiniones con respecto a lo que es la publicidad, pero negó que esta divergencia haya sido el detonante de su partida: “Él cree que todas las agencias están muertas. Es su opinión; la del directorio es otra. Pero esto no es reciente, evidentemente convivieron con esta divergencia hace seis años. No creo que eso haya tenido que ver en su partida, sino que él decidió seguir su camino y abocarse a su propio emprendimiento con el señor Bettocchi”.
Distinta parece ser la opinión de Aguilar, quien al reencuentro con Bettocchi y a sus ganas de hacer algo nuevo les sumó otros factores: “Algunos problemas internos, societarios, hicieron que para mí fuera inadmisible volver y puse en venta mis acciones: el gerente general en ausencia forzosa, una gerencia interina desconectada absolutamente de la actualidad publicitaria, ni qué decir de la vanguardia, y un accionista mayoritario prestigioso y solvente en retirada. No es poca cosa”.
Pensar en negocios
“Entre la 4x4 del mozo y mi auto, la empresa fue tomando forma”, cuenta Aguilar respecto de su nuevo proyecto. “Desde años atrás hablábamos con Bettocchi sobre hacer algo así. Nos parecemos en que los problemas no nos paralizan. Todo lo contrario.”
El momento clave, señaló Aguilar, fue tomar la decisión: “En ese momento no tienes nada, sólo la decisión. O lo tienes todo mejor dicho, pues tomar decisiones es lo que diferencia el camino de las personas”. Una vez tomada, le siguió la búsqueda del perfil de la empresa, el enfoque, las características, la ubicación, la oficina, etc. “Esto, en una oficina que, a decir de nuestros curiosos colegas, proveedores y clientes, ‘mete pánico’, es decir, sorprende mucho. Eso nos tiene más que orgullosos; y la oficina de Miami está siendo montada con los mismos códigos visuales y de estilo.”
En lo que respecta al nombre, Aguilar comentó que fue una apuesta: “¿Ser un simpático nombre más que parezca otra agencia? Pues no. El trabajo es avalado por nuestra hoja de vida, nuestra experiencia. Esta es una propuesta personal. Algo de ego también hay, seguramente, así que nos decidimos por Aguilar & Bettocchi Centro de Negocios. Son nuestros nombres. Somos nosotros vestidos de empresarios de saco y corbata literalmente”.