Si tuviéramos que clasificar los perros, podríamos hacerlo de muchas formas: los hay de raza y zaguates, grandes y pequeños, fieles y de los otros; pero esta historia trata de perros viejos y jóvenes.
Resulta que el Círculo de Creativos de Costa Rica no es una ocurrencia: es un esfuerzo de mucho tiempo. Hay quienes dicen que hacer Círculos Creativos es tan fácil que en el país hemos hecho más de cuatro. Así pues las cosas y hacia algún momento a principios de este año, habían dos movimientos con conato de círculo: ese y el otro. Sin saberlo, cada grupo se había estado reuniendo y planeando su propio círculo hasta que pasó lo inevitable... unos y otros nos enteramos.
Pues bien, fue así cómo -lógicamente- nació la idea de unir ambos esfuerzos. Uno de los grupos ya tenía tiempo de estarse reuniendo y planeando para el futuro, el otro, no solo tenía tiempo de estarse reuniendo sino que ya estaba ejecutando algunas cosas por allí.
Dicen las malas lenguas que en uno de los grupos se oyó alguien decir que ya estaba cansado de "esos perros viejos", que "...ya habían tenido su oportunidad y no habían hecho nada..." Quedó claro en ese instante que la principal diferencia entre los grupos era la edad: el uno de los viejos, y el otro de los... ¿no viejos? o jóvenes; y siguieron algunos días sin encontrar el foro para la unión. Estos días hicieron la espera no sólo larga sino que la historia de los perros se hizo grande.
Por eso hoy que nace el Círculo de Creativos de Costa Rica: con la unión de viejos y jóvenes, pero perros al fin. Y por eso hemos decidido que nuestra identidad esté llena de ellos: zaguates y finos, viejos y jóvenes, gordos y flacos, grandes y pequeños. Esta es la idea, es el círculo de todos. Y para los que se están preguntando cómo fue que final vino la unión... ¿qué esperaban? ¿que no pasara?
Alberto Quirós.
presidente