Hay un momento en la vida de una persona –o al menos en la de la mayoría- donde uno tiene que contestar esa famosa pregunta con la que tanto lo interrogan a uno cuando es chico “¿Qué querés ser cuando seas grande?”
Más allá de las infinidades de cosas que uno contesta de niño, llega una edad en que la respuesta ya no hay que dársela a un tercero sino a uno mismo. A veces el panorama está claro, otras no. A veces la respuesta coincide con la dada cientos de veces siendo niños, a veces es radicalmente distinta. Pero tarde o temprano uno debe elegir qué rumbo quiere que tome su vida.
“Cuando tuve que decidir sobre mi futuro, sólo me quedaron dos opciones: ser futbolista o creativo”, cuenta Aldo Canchaya, director general creativo de Momentum Ogilvy & Mather Lima, Perú. Como es evidente, elegió la segunda opción. “Desde que era niño leía muchísimo y también me encantaba hacer videos de las canciones que escuchaba por la radio. Me imagino que ambas cosas desarrollaron mi imaginación”, prosigue, intentando dar una explicación sobre cómo despertó su vocación.
Sin embargo, contestar esa pregunta es tan sólo el comienzo del camino. Después vendrán los estudios, el esfuerzo –o la suerte- y la odisea de encontrar un trabajo que nos apasione, ese con el que siempre soñamos.
“Cuando terminé de estudiar Publicidad me postulé a una agencia grande pensando que sería facil ingresar. Total, me había esforzado mucho, había practicado en agencias chicas y tenía la adrenalina típica de la juventud. Pero no pasó nada. Luego hice lo mismo en otra y en otra… Y en todas las grandes. El círculo de agencias que valen la pena es tan pequeño que llegar a una puede ser complicado. A mí me pasó, por lo que en lugar de tirarme a llorar, trabajé en agencias pequeñas y luego en medianas, esperando la oportunidad e intentando periódicamente que se apiaden de mí y me permitan demostrar que yo realmente quería vivir de esto, -cuenta sobre sus comienzos en el mercado-. Luego de tres años, logré ingresar a una grande y ahora busco hacer por los demás lo que no hicieron por mí: entrevisto siempre a quien vence el miedo, llama por teléfono o me busca directamente. Cuando es posible, doy oportunidades de prácticas, visitas a Ogilvy y por último, les busco sitio en otras agencias si la persona tiene demasiado talento y no lo puedo acoger”.
Luego de este relato, no es raro imaginar por qué el creativo cree en la frase “Nada es casualidad, a nadie le regalan nada en esta vida. Tenemos que tomar una decisión. O somos ganadores o somos perdedores” que, como él mismo cuenta en una columna en el periódico El Comercio, se la escuchó decir a un colega suyo que también trabaja en Ogilvy, César Agost Carreño -director creativo regional de la red para de América latina- pero que es una filosofía de vida para aquellos que se preocupan por buscar soluciones en lugar de llorar los obstáculos.
Mantenerse en el podio
Fiel a la idea de que más allá del talento, para que una persona triunfe –en su trabajo y en la vida- es indispensable el factor humano, para Aldo Canchaya las ideas llegan a la mente cuando uno vive la realidad “más allá de la computadora” y que un factor fundamental para que un equipo funcione es la libertad.
“Ogilvy Perú estaba muy lejos de ser una agencia creativa, por lo que cuando formamos el equipo en 2005 nos pusimos como meta llegar al top 3 creativo y luego mantenernos. En 2007 terminamos en el segundo puesto y en 2008 en el tercero, según el anuario Crema. Es satisfactorio porque nos hemos roto la espalda trabajando duro por buscar piezas memorables”.
Hablando del último año específicamente (en el que la agencia incorporó a Karito Kanashiro, proveniente de Ogilvy Argentina, para hacerse cargo del departamento de planning), Canchaya resumió: “Fue un muy buen año para el negocio de la agencia. Kimberly Clark nos confió la comunicación de Huggies a nivel andino y de todo Adult Care a nivel latinoamericano. En esta última, nos involucramos desde la creación de una nueva marca, logotipo, empaques y testeos con consumidoras, pasando por el plan de marketing y las estrategias a seguir. Ya en la última etapa, de comunicación, las piezas de Poise salieron más sólidas y los resultados fueron mejores a los proyectados. Por otro lado, nos fue bien en el aspecto creativo. Ganamos 13 trofeos en el APAP, el festival de publicidad más importante de Perú. Dos de nuestras piezas de radio e Internet fueron premiadas como las mejores de todo este festival”. Además, la agencia ganó las cuentas de Laboratorios Abbot (Pediasure y Gain Plus Advance) y asegura que de cara al 2009 se enfocarán –al menos por el momento- en crecer con sus clientes en un cien por ciento, en crecer como negocio y, en lo que a nivel creativo respecta, en mantenerse en el top 3.
A la hora de hablar de los mejores trabajos realizados en la agencia el año pasado, Canchaya considera: “Una valla para
En busca de la unidad
“Perú está pasando por un buen momento económico y sólo ha sido afectado mínimamente por el tema de la crisis hasta hoy, al igual que Ogilvy”, asegura Canchaya. Sin embargo, el creativo es consciente de que la agencia cuenta con clientes internacionales de presupuestos importantes, con lo cual, en 2009, dependerán –como muchos otros- de hasta qué punto la crisis afecte a sus clientes. “Estamos tomando precauciones y trabajando duro para que no sólo no nos afecte sino para que sea un mejor año que lo proyectado”, afirmó.
En cuanto a la actualidad del negocio, la resumió en tres puntos: Por un lado, “el buen momento económico ha traído consigo mayores inversiones por parte de los clientes”. En segundo lugar, “nuevos competidores han entrado a tallar: Leo Burnett dio paso a Circus y Young & Rubicam logró un excelente fichaje al contratar a Flavio Pantigoso, ex Lowe México”. Por último, agregó, “falta unidad como país, dejar de envidiar los logros ajenos y por el contrario, aplaudirlos y trabajar duro para conseguirlos”.
Canchaya sostiene que no ha habido aún demasiados cambios en cuanto al uso de medios, manteniéndose