El Gran Teatre del Liceu, ubicado en la Rambla de Barcelona, abrió sus puertas por primera vez en 1847. En sus ciento cincuenta años de historia, sufrió las consecuencias de un bombardeo —en 1893, a manos de un anarquista— y dos incendios —en 1861 y 1994—, pero en cada oportunidad fue reconstruido respetando su diseño y estructura originales. En los últimos días se concretó la incorporación de esa entidad a la cartera de la agencia Alicia.
En una sola temporada, este teatro ofrece más de 40 espectáculos distintos que implican unas 300 funciones y la asistencia de más de 400.000 espectadores. Originalmente en manos privadas, desde la década del ‘80 depende del gobierno de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura.
En los últimos meses la agencia barcelonesa Alicia incorporó también a su cartera de clientes a Planeta de Agostini y