Después de atraer millones de miradas con videoclips de todo tipo, YouTube espera ahora aprovechar su popularidad con infomercials online.
En los últimos días, el sitio comenzó a admitir que los anunciantes creen “canales” cubiertos con clips de su propia producción, y luego vender el auspicio de esos canales a otros anunciantes.
Entre los primeros, figura un canal creado por Warner Bros. Records, dedicado al nuevo album de Paris Hilton, con making of de la canción Stars are blind. La Fox Broadcasting Co. apoyará publicitariamente al canal de la Hilton para promover la temporada de otoño del programa televisivo Prison break.
Colocar avisos dentro de los avisos hace aun más borrosa la tradicional línea que separa el espectáculo y sus sponsors, una tendencia que se ha acelerado considerablemente con la web.
¿Un mito menos?
Ese hecho también desafía el conocimiento tradicional de que los espectadores jóvenes que pasan tardes enteras en sitios como YouTube y MySpace no quieren ser objeto de campañas publicitarias de empresa. Los clips producidos por anunciantes figuran con frecuencia entre los más populares de YouTube, particularmente aquellos que contienen piezas exclusivas sobre shows de tv o bandas de música.
“En estos días, los consumidores son especies de TiVos, que filtran mucho de lo que ven y oyen en la publicidad”, reflexionó Mark Kingdon, jefe ejecutivo de la agencia de publicidad digital Organic Inc., que produce los avisos para el programa Prison break. “Para alcanzar ese segmento conocedor de los medios, los anunciantes tienen que dar para conseguir. En otras palabras, tienen que darle al público algo especial, único, a cambio de su atención”.
Un camino inexplorado
A pesar de que el status de YouTube Inc. es ser emblema de los medios online, nunca fue simple para la empresa de San Mateo, California, hacerse camino en un mercado de 17.000 millones de dólares, como es el de la publicidad online. Los anunciantes siguen renuentes a poner sus mensajes empalmados con clips que podrían ser de mal gusto o meras copias de otros con copyright.
YouTube espera atraer unos 20 millones de espectadores por mes con una mezcla muy atractiva de videos amateurs y fragmentos de filmes de alto presupuesto y programas de tv (muchos de ellos copiados sin el debido permiso). Darles a los anunciantes sus propios dominios con YouTube resuelve ese problema.
“Ésta es una manera que tienen los anunciantes y marcas para participar en nuestra comunidad –dice Chad Hurley, ceo y cofundador de YouTube–: permitirles una mayor capacidad de modelar el canal a su gusto, construir una audiencia a partir de las suscripciones y permitirle al usuario una interacción con el contenido que aquellos han creado”.
Hurley arrancó en 2005 con un sistema que permitía el intercambio de videos caseros entre un grupo de amigos.
El corto y largo plazo
Según Allen Weiner, analista de Gartner Inc., esta iniciativa publicitaria puede brindarle beneficios económicos a YouTube, pero falló hasta ahora en superar el desafío que tienen casi todos los sitios que trabajan con los llamados “videos virales”: como hacer dinero con los videos amateurs que hace la gente.
“Conseguirán plata en el corto plazo”, dice Weiner, “pero no resolverán el tema principal, que es monetizar al contenido de lo que crean los usuarios. Al menos, hasta ahora no lo están haciendo. Y ellos están en el mismo barco que todos los demás: están tratando de sistematizar los contenidos para separarlos de manera eficiente, de modo de obtener reales ganancias”.