Hasta hace muy poco, en cualquier revista, las clasificaciones de los bares tenían poca variedad: pubs, cafeterías, cervecerías, vinerías, para noctámbulos con espectáculo, striptease, strippers, gays, lesbianas.
Pero el mundo global ha ampliado las variantes que, cada vez, están más ligadas a la vida sana y a la necesidad de la gente de las ciudades de desconectarse de la velocidad del día a día. Por eso, la gente, lejos de dejar de visitar los bares, ha encontrado en ellos espacio para otras actividades lúdicas, saludables y terapéuticas. Se ha dicho adiós a los bares únicamente para beber y fumar; ahora en el bar la gente se cuida, se cultiva, se relaja, practica hobbies, toma productos beneficiosos para la salud y se relacionan entre ellos de forma natural.
La moda de los bares temáticos nació a fines de los años ‘90 con la llegada de los bares de agua y los de oxígeno, entre otros. Pero en menos de seis años, esta moda se ha extendido hasta el infinito; Latinoamérica ya está subiéndose a la ola con sus propios bares de agua y Argentina pronto tendrá el primer bar de oxígeno.
Bares de agua
Los bares de agua son una tendencia que ya es un boom en el mundo; especialmente, en grandes ciudades como París, San Francisco, Melbourne, Nueva York, Tokio, entre otras. En Australia, Japón y Estados Unidos se imponen cada vez con más fuerza y bajo su tutela aparecen los primeros cursos de cata de aguas y los primeros catadores de agua.
Relacionado con todo lo natural, lo ecológico y lo saludable, por ejemplo, Water Bar Chez Colette de París ofrece más de ochenta tipos de agua de todo el mundo y es considerado el bar modelo de agua. Está ubicado en el subsuelo de una tienda que vende desde cds hasta joyas. Pero al bajar unas escaleras de madera está el bar de agua y un restaurante. El estilo de diseño es moderno y minimalista, y hasta los meseros tienen en sus remeras diseños relacionados con el vivir el día a día y relajarse. Antes de pedir el agua, los mozos dicen que uno pida la comida así ellos pueden recomendar cual sería la mejor combinación. Estos son los nuevos somelliers del futuro.
Otro caso es el famoso bar Chez Théaux ubicado en Tolouse. Inaugurado recientemente, el único bar de aguas de esta ciudad también cuenta con un salón de té. En una atmósfera confortable y amena, los clientes pueden acompañar las comidas con una amplia variedad de aguas con y sin gas, de origen galo, italiano, alemán, corso, francés. El escaparate presenta muchas ventajas: todas las botellas están expuestas para facilitar la elección. Además, los clientes también pueden pedir el agua en botella para llevar. Privilegio único: si lo desea, puede degustar el agua de Chateldon, la primera agua mineral comercializada en Francia y muy apreciada por su majestad Luis XIV. Chez Théaux está situado en el casco histórico de la ciudad, no muy lejos del extraordinario Hôtel de Fermat -que lleva el nombre del célebre matemático oriundo de Toulouse-, restaurado en el siglo XVIII.
Por su parte, el Bar a Bulles ubicado en las galerías Lafayette, puso un bar donde los clientes de los grandes almacenes pueden refrescarse y deleitarse gracias a las aguas minerales gaseosas propuestas. Situado en la primera planta y rodeado de los más preciosos artículos de moda, el bar propone una veintena de aguas minerales con gas, procedentes de ocho países europeos. Saborear un vaso de Aqua Madonna al salir del espacio Gucci será una experiencia deliciosa. Pueden elegir entre las aguas de manantiales suecas, galas, escocesas, francesas o suizas. Y para los amantes de sabores frutales y originales, el bar propone una selección de aguas delicadamente aromatizadas con Fenogreco-Cilantro, Rosa-Litchi, Fresa-Menta.
Otro de los pioneros en esta dinámica fue la estación termal Hall of Waters, ubicada en Kansas –Estados Unidos-. Creada en 1930 estuvo destinada a ser una de las termas con mayor prestigio y, aún hoy, conserva un refinamiento sin igual. Gran representante del termalismo, esta sofisticada estación incluye un selecto bar donde el agua se impone como una evidencia y en el cual es posible consumir todas sus variedades: minerales, de manantial, originarias de glaciares, con o sin gas, perfumadas o en infusión. Además, se ofrecen interesantes actividades como el healthy Happy Hour de 17 a 20 hs, o bien, el waters and all that jazz.
Otro de los bares top es el Aqua Bar de Tokio, situado en la planta baja de las grandes tiendas Seibu Ikebukuro. Su decorado juega con las gamas de un único color: el negro. Ni bien uno se sienta, su atmósfera helada como la de una bodega futurista invita a un ensueño cercano a la meditación zen. A cada lado del bar hay un acuario gigante con miles de peces tropicales que crean un flujo de colores y que hipnotiza la mirada si uno se detiene en él un instante. Este viaje meditativo se puede interrumpir con una copa de agua originaria de los grandes glaciares canadienses o, simplemente, con agua europea que el barman colorará con una gota de limón, naranja o uva -precio estimado: entre dos a cinco pesos-. Un bar donde los especialistas de aguas minerales, nipones o de otros horizontes, se encuentran y reencuentran en un espacio único en la ciudad de Tokio.
Exos, abierto en diciembre de 2000 en Montreal, en el ángulo de las calles Sainte-Catherine y Saint-Denis, no tiene nada que envidiarle a los otros, y es a la vez un bar de agua y un espacio de diseño. Para su propietario, Yann Herbelot, asociar el agua a la creación es celebrar la fuente de vida. “Al principio, estaba el agua”, éste es el eslogan que ha elegido para Exos. En el bar se ofrece, para consumir en el lugar o para llevar, una copa o la botella de unas treinta marcas de agua americanas y europeas: sin gas, con gas, aromatizadas, etc. Precio medio por copa: dos dólares canadienses. Además, se puede beber agua de glaciar y agua con oxígeno. El propietario no escatima en explicaciones sobre los beneficios del agua para la salud.
Mientras se saborea el preciado líquido, se pueden apreciar las creaciones de diseñadores contemporáneos: una mesa en cuyo centro corre una fuente de agua, muebles sorprendentes, soportes de prensa de acero, etc. Asimismo, en el lugar es posible adquirir regalos -navajas suizas, relojes de grandes marcas, joyas, etc.
La tienda Aqua Store de Roma, inaugurada recientemente, vende todas las marcas de agua mineral italianas e incluso de otros países como Escocia, Alemania, Francia y otros países más lejanos. Esta tienda luminosa ofrece una gran variedad de marcas de agua de prestigio en botellas de lujo. Al mismo tiempo punto de venta y de información, Aqua Store proporciona información detallada sobre la composición de las marcas de agua comercializadas a través de los carteles multimedia muy completos que realzan sus paredes azules y verdes. Porcentaje de Co2, combinaciones minerales, pH, indicaciones terapéuticas y gastronómicas: ¡su agua preferida ya no tendrá secretos para usted! Los romanos ya la han adoptado pues unas 1.500 personas visitan diariamente la tienda Aqua Store desde su inauguración.
La tendencia también llegó a Latinoamérica en países como Argentina, Brasil y Chile. Primero bajo la ola de las importaciones de aguas minerales, lo que dio paso a la producción local y a las aguas saborizadas. En Argentina, por ejemplo, El bar de agua Ser que se instala en la costa durante las temporadas veraniegas fue pionero.
Bares de oxígeno
En una línea similar, los bares de oxígeno han aprovechado también la moda de lo natural y espiritual. Nacieron en Estados Unidos. En ellos lo que se consume es la inhalación de un compuesto de oxígeno puro con un aroma a elegir. Hay una gran variedad: aromas cítricos, de violeta, naranja, rosa, cilantro o clavo. Se trata de consumir la ilusión de energía, vitalidad y salud. Están muy extendidos en Estados Unidos y Japón, pero los hay por todo el mundo. La idea es inhalar, cómodamente instalado en la barra o una mesa, un compuesto de oxígeno con un aroma que puede ser de naranja, rosa, cilantro, clavo -y hasta nauseabundos, de baño clausurado, para espíritus críticos-.
El 2202 Oxygen Bar, de San Francisco, ofrece además un tratamiento facial de oxígeno para combatir los efectos de la contaminación en las grandes ciudades.
También existen empresas que proveen la tecnología a gente que quiere en sus casas armar sus propias fiestas de oxígeno y se usan para eventos de marcas chic como Gucci. Pronto abrirá el primer bar de estas características en pleno Palermo Soho –Argentina-.
Bares de té y bebidas étnicas
Aunque ya tuvieron su momento, vuelven con fuerzas renovadas los bares de té. En ellos se pueden disfrutar especialidades traídas de remotos lugares del mundo, indicados para distintos estados de ánimo. Franchia es un buen ejemplo de estos locales. Por su parte, Ten Ren Tea se especializa en tés chinos como el peral, tapioca o el bubble. Su local, ubicado en Chinatown, junto al Soho de Nueva York, es frecuentado por famosos enganchados a su consumo.
En Argentina, se abrieron en el barrio de San Telmo bares donde el mate y otras hierbas mandan.
Algo similar está pasando con el chocolate. Cada vez hay más bares especializados en su consumo, como el Chocolate Bar en Nueva York o el Lindt Concept Store & Café donde se pueden degustar todas las especialidades de la marca Lindt.
Y los cigar bar están resurgiendo por todo el mundo. Son sofisticados y acogedores y lo envuelven todo en una nube de humo que invita a la meditación y el sosiego. Más que bares se podría hablar de clubes. Muchos se encuentran en hoteles de lujo, como el New York Palace de Budapest. Uno de los más representativos es el Grand Havana Room que cuenta con sucursales en Nueva York y Beverly Hills. De hecho, el hábito de fumar puros se está poniendo de moda entre los jóvenes, con lo cual, en Latinoamérica ya han abierto numerosos bares para fumadores de habanos con una estética más juvenil y moderna.
Bares de relax
La gente hoy busca descansar al momento de salir por la noche. Por eso, con la excusa de tomar una bebida o degustar una cena, se puede acudir a espacios donde las mesas y sillas han sido sustituidas por camas. Son tan acogedores y con una música tan relajante que no es de extrañar que los visitantes sucumban a la posición horizontal.
En el Bed Supperclub de Bangkok, el cliente se desconecta de la atmósfera estresante de la ciudad reclinándose en unos mullidos cojines, con música relajante y películas mudas. El mismo concepto, próximo al de chill out, se da en el Bed New York. En su terraza hay grandes divanes donde degustar comida sana en una atmósfera relajante con maravillosas vistas de Manhattan. También se puede encontrar en Londres.
Por otro lado, existen los bares con total oscuridad, en los cuales la gente puede dormir. Llamados habitualmente bar in de dark, ofrecen la posibilidad de saber lo que se siente al ser ciego. Han quitado absolutamente toda la luz y se bebe y se habla con los demás en completa oscuridad.
Otra manera de relajarse es ir a un flotario, invento de John Lilly. ¿Qué es un flotario?: una máquina antiestrés, un tanque de fibra de vidrio, del tamaño de una cama de dos plazas, con 25 centímetros de agua y 60 kilos de sal. Flotar una hora en silencio, a oscuras, a la temperatura del cuerpo, relaja y estimula.
Bares con propuestas más extrañas
Para los que sufren nostalgias de infancia, en Babyland, en Londres, tratan a los clientes como a niños desde que entran: reparten juguetes, biberones y las camareras se comportan como maestras jardineras.
Y los hipocondríacos ya no tienen porqué preocuparse de no salir de sus casas. Ahora, tienen su propio espacio: Barmacy, en Nueva York. Este ofrece a sus clientes una decoración que recuerda una farmacia. Las paredes están llenas de medicamentos y las bebidas son suministradas por mozas-enfermeras.
Por otra parte, si el interés es exteriorizar tristeza llorando a moco tendido, hay que ir al Cry Bar, en Xian, donde por cincuenta yuanes la hora la gente puede desahogarse.
Si bien el lugar no tiene nada de especial, el cliente encontrará música triste e ingredientes infaltables: cebollas crudas, pañuelos, pimienta y si no hay caso, un servicial puñetazo.
Otra terapia contra el estrés es la que ofrece el Isdaan, en Manila, un local donde se puede comer pero, además, la gente puede combatir las frustraciones tirando platos a un muro. Esta terapia puede ser un sustituto del psicólogo o, por lo menos, una buena manera de relajarse. Aquí venden los platos y sólo hay que pensar en el jefe, los niños, los vecinos o la pareja y lanzarlos con todas las fuerzas contra el “muro de la furia”.
Bares multifunción
A los knitting cafes acuden legiones de aficionados para tomar un café o un relajante té y tejer en compañía. No son locales sólo para mujeres; muchos hombres e incluso niños son asiduos. Además se imparten cursos para los no iniciados y se puede comprar el material necesario para su práctica. The Point NYC o Knit son muy populares en Nueva York. Desde Estados Unidos se están extendiendo al resto del mundo.
En Barcelona, el Talls i Tallats permite tomar una copa mientras se lee o se navega por internet y después optar por un buen corte de pelo o un masaje terapéutico. Si, además del masaje, al cliente le apetece practicar un poquito de yoga y tomar un té relajante, el Yoga Café es una buena opción.
Si se siente necesidad de airear los trapos sucios y, además, que queden limpios, en el Laundry Bar de Miami o el Sit 'n' Spin de Seattle se puede hacer la colada mientras se saborea una bebida.
También existen los cafes scientifiques donde los clientes buscan cultivar el conocimiento. Fuera del ambiente académico, tomando un café o un vino, se habla de temas científicos o tecnológicos. Normalmente la sesión empieza con una pequeña charla de un invitado ponente y después de pedir las consumiciones, empieza el turno de preguntas y charla. Los hay por todo el mundo.
Si se desea hablar de blogs, hay bares donde se organizan blogs & beer, convocatorias donde acuden los bloggers de la ciudad para conocerse y tomar unas cervezas. En Bogotá, el Café+Blog adapta estas reuniones a las costumbres de Colombia.
También se puede salir de bares a leer, pero no el periódico, sino un buen libro con una copa o una comida ligera. Aquí no hay prisas y los cómodos sillones invitan a pasar tiempo disfrutando de la lectura. En Chicago, The Book Cellar es un buen ejemplo. En Madrid están El Bandido Doblemente Armado, propiedad de la escritora Soledad Puértolas, y el J&J Books and Cofee, que posee más de diez mil libros en inglés y organiza reuniones de conversación para practicar este idioma.
Si lo que se busca es intercambiar fluidos más que conocimientos, combatir la soledad o conocer a una posible pareja, los bares ofrecen muchas posibilidades. Y aunque hay bares especializados en estos temas desde que el mundo es mundo, la tecnología y los cambios de hábitos sexuales han hecho que emerjan locales mucho más sofisticados.
Otros son los bares especializados en speed dating, en swingers o en el intercambio de parejas. Todos ellos proliferan como hongos. Lo que ya no es tan común es ligar con ayuda de la tecnología, como en el Remote Lounge de Nueva York, donde más de sesenta cámaras y pantallas hacen que se pueda espiar cada gesto o detalle de la persona objeto de tu atención: un Gran Hermano en formato bar.
El mito del toothing se ha convertido en realidad en el bar L'Elephant de Milán. En él, mediante bluetooth, se puede conectar con otros interesados en mantener una relación sexual. En L'Elephant los toothers se reúnen una vez a la semana con el gerente del bar, Massimo Maruccia, para explicar la tecnología a los principiantes. Con un móvil de una de las camareras - Pantera para sus compañeros toothers- él rastrea a otros dos toothers en el lugar - Cinghiale o jabalí, y el menos imaginativo nombre de Nokia 7700 Alberto. Un tercero, Diabolik, envía a Pantera un mensaje. La primera nota, dice Maruccia, es normalmente sólo una invitación para chatear.
Si lo que de verdad interesa es tomar una copa sin hablar con nadie, ni siquiera con el barman, también es posible. Brainbar, una máquina a la que hay que conectarse con electrodos, recoge datos de la corteza cerebral y según lo que lee, prepara la bebida que mejor conviene. También por dos euros, sentándose y conectándose al sillón Automeet, con la información que recibe a través del pulso, la temperatura corporal y el nivel de alcohol en sangre, este artilugio prescribe la bebida que más le conviene al cliente en ese momento. Por supuesto, sin mediar palabra.