Cecilia Sörensen es la prueba en vida de que el esfuerzo funciona. Llegada hace cinco años de Finlandia, se presentó año tras año al MerkaFad –un espacio para nuevos diseñadores- con buenas ventas; en 2002 ganó el premio FAD y abrió una pequeña tienda taller que se conoce como Comité, en el centro del Raval junto a su compañero Rope Alho -quien ilustra sus deliciosos estampados-; y ha desfilado en Gaudí. Sus diseños, europeos, contemporáneos, minimalistas y alejados de lo tendencioso son una propuesta realista y fresca, en la que destacan los pequeños detalles y que tienen el encanto de las cosas bien hechas. Ya llegó con sus modelos a Japón.
En su último desfile, Sörensen eligió el minimalismo conceptual, alejándose de sus ya famosas florituras estilísticas, mezcladas con aires retro modernizados. Un cierto romanticismo inocente se percibe en los frunces y redondeces de su colección, así como abundan los volúmenes que nos llevan hasta los años ‘50. La colección de Sörensen demuestra que tiene una clientela ya muy formada y la creadora se permite de vez en cuando alejarse de lo comercial para regalarnos un trabajo impecable de escultura textil de algunas de las piezas que vimos sobre la pasarela.
Cómo empezó todo
La diseñadora cuenta que empezó a coser cosas con once o doce años. “Hacía cosas que llevaba después en el día a día. Primero para mí y luego también para mis amigas. Yo era mi propio maniquí, pues entonces no tenía mucha idea de patrones; dibujaba mi contorno y a partir de aquí obtenía mis primeros patrones. Más tarde decidí realmente dedicarme a esto, así que estudié sastrería en Finlandia, me perfeccioné en Inglaterra y acabé los estudios en Barcelona, en el Instituto de Artes y Técnicas de
Ella explicó por qué se fue de su país a España. “La verdad es que creo que la gente tiende a subestimar su propio país. Pero, por ejemplo, en Finlandia la industria textil es inexistente, hay una Semana de
Sörensen ganó varios premios, entre ellos el FAD, que la ayudó a crearse un nombre en un ambiente muy competitivo como es el de la moda. “Empecé a participar en el Merkafad cuando estaba estudiando, y me presenté cada año las dos veces que se celebra, creo que desde el ’99; y tenía una clientela fija”, recordó.
Además, debutó mostrando su colección en Gaudí, el evento más importante de la moda para los nuevos talentos en España. Y, desde hace unos meses, tiene algunos clientes en Japón. Uno de ellos venderá su ropa en una tienda que se llama YMF. “Tienen sólo jóvenes diseñadores y editan cada temporada un libro sobre las colecciones que tienen. Estoy muy contenta”, dijo en una entrevista con la revista Neomoda.
Sus colecciones
Para armar sus colecciones, suele escoger temas muy personales, porque dice que es lo que más le interesa y motiva. “La colección en la que ahora estoy trabajando está basada en retratos y fotos antiguas de mi familia, algunas de principios de siglo; y la colección de este verano surge de un viaje a Finlandia en el que redescubrí su estuche de joyas, lleno de secretos: montones de fotos, cartas, botones, alfileres... recuerdos que había guardado a lo largo del tiempo y que tenían un gran valor sentimental. Así, los estampados y apliques se inspiran en este joyero”, dijo en una conferencia de prensa.
Lo primero a lo que se dedica al empezar una colección es la elección de tejidos. “Escojo los que más me gustan. Luego diseño, tanto en dibujo como sobre maniquí… me gusta hacer bastantes pruebas sobre maniquí. Y luego hago los patrones y prototipos que formarán parte del primer muestrario que, una vez listo, sirve para llevar las piezas a cortar”.
Su colección se divide en dos líneas: Cecilia Sörensen y Pequeños Héroes. Ella cuenta en una entrevista para Neomoda como fue que surgieron estas dos vertientes de su marca. “Primero fue Pequeños Héroes. Al principio tenía cierto dilema moral con esto de dedicarme a la moda; me gustaba la moda, pero había aspectos que no encajaban con mi ideología. Entonces empecé a probar con camisas usadas; eso fue hacia el año 2000. Era una forma de hacer moda respetando mis principios; pero es imposible vivir sólo de Pequeños Héroes, así surgió Cecilia Sörensen. Las dos líneas van de la mano, comparten tema, colores… lo único que las diferencia es que una se hace con tejidos nuevos y la otra con material reciclado. Pequeños Héroes sigue porque es un reto, ya que estás limitado por la materia prima que ya existe, así que hago bastante trabajo sobre maniquí… es otra forma de trabajar, muy artesanal”.
Además de haber logrado aparecer en las primeras planas de las revistas de moda más importantes del circuito off de la moda, en 2002 abrió su propia tienda, que comparte junto a otros diseñadores. “Al principio era taller y tienda, y ahora la hemos reformando, ampliándola. Cada uno de nosotros monta su estudio fuera de la tienda, y así tenemos más espacio. Cada uno estará en la tienda un día. Como vamos a ser seis, será un día por semana, así el resto lo tendremos para poder dedicarnos a nuestra colección. Hasta el momento éramos yo y Rope con Pequeños Héroes y Cecilia Sörensen, Rope con su colección Bingo y Julia Pelletier con ¿Qué pasa Julia? Y ahora se han añadido Lucía Blanco que es argentina, Pía que viene de Finlandia y Alicia de Suecia. Lucía tiene cosas en otras tienda,s pero Pía y Alicia se estrenan en Comité”, concluyó.