Para oponerse claramente a la estrategia publicitaria de su archirrival Pepsi, Coca Cola eligió a una artista virtualmente desconocida para protagonizar una de sus mayores campañas en Gran Bretaña.

Mientras Pepsi ubica en el centro de sus comerciales para el mercado británico a figuras como David Beckham y Beyonce Knowles, la vocalista Sharlene Hector es la figura central de su primera campaña para la marca Coca Cola Clasic en el país.

El comercial se estrenó el último fin de semana y muestra a la mujer cantando el clasico de Nina Simone “I Wish”, mientras recorre las calles distribuyendo botellas de la bebida gaseosa.

Más irreverencia

En lo que representa el último paso de la campaña llamada “Real”, una derivación de la recordada “Always Coca Cola”, la empresa basada en Atlanta trata de darle a la marca una imagen más irreverente. Pero en Estados Unidos se apeló a una figura muy famosa, la actriz Penélope Cruz, que apareció en la publicidad norteamericana lanzando un sonoro eructo luego de beber Coke Classic.

“Para nosotros es importante trabajar con alguien que vive los valores de la campaña, que rondan siempre la emoción, con coherencia”, explicó Julia Goldin, directora de marketing de Coca-Cola Gran Bretaña.

La nueva publicidad constituye la primera campaña creada por la muy peculiar agencia inglesa Mother, que ganó la cuenta de Coke el año pasado después de competir mano a mano con McCann-Erickson, la clásica agencia de la marca en Estados Unidos.

Un cierto touch

La agencia Mother ya había creado campañas para otras marcas de Coke, como Lilt, Oasis y Schweppes. Cuando ganó el concurso, se le encargó la tarea de brindar a la marca más conocida del planeta un toque específicamente británico.

La estrategia es parte de la idea de “pensar localmente y actual localmente” que proclama tener el chairman y chief executive Douglas Daft, inspirada en la creencia de que lo que funciona en Estados Unidos no necesariamente tiene éxito fuera de ese país. La frase, obviamente, es una variante de la mundialmente famosa “pensar globalmente, actual localmente”, que se puso de moda en los años 90.