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LA OBRA SERÁ VISTA EN ESPAÑA DURANTE ESTE MES

Delirio dentro de una caja de cristal

Un monólogo delirante y salvaje ocupa el escenario de la Sala Puigserver. El título es rotundo: Artaud recuerda a Hitler y el Romanische Café. Un actor de primera, Martin Wuttke, y un teatro de referencia, el Berliner Ensemble, son una buena tarjeta de presentación para esta pieza que nace de una carta que Antonin Artaud escribió a Hitler.

Delirio dentro de una caja de cristal
Martín Wuttke en plena acción. Foto cedida por Monika Ritterhaus
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Llega al Teatro Central –en Sevilla- una de las propuestas más esperadas de la temporada: Artaud recuerda a Hitler y el Romanische Café, de la Berliner Ensemble, con el actor Martin Wuttke como protagonista. Se trata de la mítica compañía de teatro que fundara en 1949 el dramaturgo alemán Bertold Bretch.
De esta manera, el director Paul Plamper pone en escena el texto de Tom Peuckert, un monólogo en el que Antonin Artaud recuerda en su locura su encuentro imaginario –no hay pruebas de que haya ocurrido realmente- con Hitler en el café Romanische.
Quizás no fue más que un delirio y la entrevista nunca se celebró, pero la carta sí existió y en ella se basa Peuckert para armar esta producción en la que recluye al dramaturgo Artaud en una especie de jaula de cristal donde él, enfermo en un asilo de Rodez, imagina que habla con el dictador en aquel café.
Esta propuesta que nació hace seis años y todavía sigue pisando muy fuerte, tiene como escenografía una enorme caja de cristal que simula la habitación de un manicomio en la que Artaud al verse reflejado cree ver al mismísimo Hitler. Wuttke se encarama como si se tratara de un insecto.

El espectáculo se estrenó el 3 de octubre de 2000 en la Berliner Ensemble y figura entre las numerosas y devastadores piezas que hablan de Hitler que se han interpretado en este teatro. Si bien el texto habla específicamente de Hitler, está dedicado también a todos los dictadores.

Un monólogo filosófico

La obra se sitúa en un momento histórico en que el mundo ardía, pero ese no es el tema de la famosa carta de Artaud. La carta de ocho líneas, redactada en 1943, momento en el cual el actor francés ya había cruzado todas las fronteras de la cordura, habla sobre el encuentro que supuestamente tuvieron en un café de Berlín en 1932 con Hitler -aún no era canciller-.
Toda la obra se basa en supuestos ya que no hay constancia de que Artaud enviara la carta y tampoco se sabe si el encuentro entre ambos llegó a suceder.
Pero estas consideraciones no han importado a Tom Peuckert ni a la Berliner Ensemble. El autor alemán y la legendaria compañía han tomado como cierta la redacción de la carta y han montado Artaud recuerda a Hitler y el Romanische Café, que estuvo en el Teatro Central de Sevilla –en alemán, con subtítulos en castellano– y estará en el Teatre Lliure de Barcelona, mediante traducción escrita al catalán. La obra es un diálogo que interpreta un sólo actor.
Martin Wutke es el encargado de encarnar al desquiciado artista que aparece encerrado en el psiquiátrico de Rodez. Desde allí, en una especie de pecera, suelta sus diatribas sobre el arte y la vida. La principal destinataria de los inflamados dardos es la burguesía.
Actor y director destacado, con un pasado de cantante de rock, Wuttke ha trabajado con Christoph Martaler, Frank Castorf y Heiner Müller, a quien sucedió en la dirección del Berliner Ensemble.


Teatro de la crueldad
Artaud desprecia a esta clase, a la que considera la representante suprema de la “hedionda” situación en la que se encuentra el mundo. Por ese motivo, el antiguo miembro del batallón surrealista y fundador del teatro de la crueldad, se aproxima en cierto modo a la ideología nazi. Artaud ataca sin descanso también al arte y al teatro. El primero, en general, y el segundo, en particular, sólo le han producido decepciones debido a la “charlatanería” y “vaciedad” que les inunda y de la que hay que emerger para mostrar la grandeza que contiene y así traspasar sus límites hasta llegar al hombre. Y eso es lo que intenta, ir más allá de las paredes –de cristal en el montaje– que le encierran en el psiquiátrico, algo que sí ha conseguido Wutke, con una obra que le ha servido al actor, ex director de la compañía y antiguo cantante, para cosechar premios desde su estreno en el legendario teatro.

Con tintes grotescos
Escrito en tono de comedia, mezclada con sátira, el espectáculo presenta a un Wuttke actuando en solitario y encerrado en una especie de jaula transparente desde la que se expone ante un público que no ve.
Arranca el espectáculo con el actor escribiendo en un papel, que coloca a la vista del público en la pared transparente de su encierro, las frases de la corta misiva que Artaud escribió a Hitler, según ha explicado a EFE el director del montaje, Paul Plamper.
En la carta, que existe como documento original rescatada entre otras del psiquiátrico, el actor escribe: “¿Te acuerdas cuando nos encontramos allá en el café...?”, para arrancarla a continuación de la vista del público, romperla haciendo una pelota con ella y arrojarla al interior del espacio en que se halla internado.
En ese encierro interior se desarrolla la acción, que “es más una alucinación que otra cosa” -dijo a un medio español Wuttke-, de un encuentro ficticio relatado como si se hubiera producido y como “un encuentro entre dos artistas, una conversación surrealista al mismo nivel, entre dos colegas”.
Artaud se muestra decepcionado al ver cómo Hitler, que pretendía ser pintor, se presenta como artista y en otro momento del espectáculo ambos departen a nivel general sobre cómo salvar el mundo.
Planteada como una crítica polémica al teatro burgués, según Plamper, el actor está encerrado como un animal y como no ve lo que pasa en el exterior, juega con su imagen reflejada en las paredes transparentes como si fuera el Hitler al que está hablando.
Plamper ha resaltado el posible paralelismo que se puede trazar, al representar la obra en España, entre Hitler y Franco y “la sensación de angustia sobre hechos horribles presentados como monumentos” que experimentó cuando visitó el Valle de los Caídos.
Esta es una de las varias obras que esa emblemática compañía ha representado con Hitler como referente.
Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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