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LA ESA Y LA NASA, EN UNA CARRERA POR EXPLORAR MERCURIO

Europa sube su apuesta por la conquista del espacio

Un grupo de científicos de la Agencia Espacial Europea está trabajando en la primera misión que explorará Mercurio en profundidad y cuyo lanzamiento está previsto para 2013, bajo el nombre Bepi Colombo.

Europa sube su apuesta por la conquista del espacio
Ilustración artística de la nave europea Bepi Colombo, que está previsto que llegue a Mercurio en 2019.
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Para la comunidad científica, Mercurio ha sido tradicionalmente el planeta más “complicado” del sistema solar. Está compuesto de rocas de una temperatura que oscila entre los 350 grados por el día y los 170 negativos por la noche. Abrasado por su cercanía al Sol -el planeta es el más cercano al astro-, ha sido muy difícil acercarse para investigar su composición, por lo que sigue siendo el menos conocido.
Sin embargo, las nuevas tecnologías facilitan un acercamiento al planeta, lo que ha despertado en los últimos años la curiosidad de los investigadores. En el año 2004, la NASA envió la nave no tripulada Messenger, que llegará en 2011 a Mercurio.
Y, ahora, la Agencia Espacial Europea (ESA) se sumará al reto en 2013, año en el que piensa lanzar la Bepi Colombo, que llegará en 2019 a Mercurio.
El objetivo de esta misión, coordinada por la investigadora Luisa María Lara, que trabaja en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC), es recabar información sobre Mercurio, para facilitar en una etapa posterior su exploración con módulos de aterrizaje.
El proyecto consistirá en el diseño, la construcción y la fabricación, con la ayuda de varias industrias aeroespaciales españolas, de la fuente de alimentación del altímetro láser que realizará el estudio geodésico y geofísico del planeta, BeLA (su acrónimo en inglés).

 

La misión
Un equipo del Instituto de Astrofísica de Andalucía, perteneciente al CSIC, participa en la elaboración del altímetro láser BeLA incorporado en la nave, que permanecerá en órbita durante un año. El BeLA, cuya construcción está liderada por la Agencia Espacial Alemana (DLR), medirá las alturas y profundidades del planeta. Los científicos españoles desarrollarán y fabricarán la fuente de alimentación con un costo de cuatro millones de euros, financiados por el ministerio de Educación y Ciencia. Este artefacto, que irá a bordo de la nave orbital, es el primer altímetro láser desarrollado íntegramente en Europa que volará en una misión espacial. Lara dirigirá asimismo el seguimiento y estudio de los datos que recoja este instrumento.
Actualmente los altímetros láser existentes en Europa pesan 200 kilos, pero el de la Bepi Colombo tiene que pesar sólo doce. Hasta ahora, sólo la NASA lo ha conseguido, para el Messenger; pero nadie tiene acceso a esta información, ya que es confidencial.
“El desarrollo de la nueva tecnología para conseguirlo fue el reto que nos atrajo: comprimir algo de 200 kilos en 12 y además lograrlo con componentes que soporten situaciones muy adversas”, dijo Lara en una conferencia de prensa. Y agregó que les costó cinco meses convencer, junto con suizos y alemanes, a la propia ESA de que eran capaces de conseguirlo.
El objetivo de la misión será conseguir que la corriente eléctrica del láser sea muy estable -a 28 voltios exactos-. Para ello cuenta con materiales (convertidores, condensadores o resistencias) de la empresa sevillana Tecnológica. La construcción final de la fuente de alimentación también será realizada en España. Lara explicó que están en negociaciones con dos empresas, Cener y Crisa, y será una de éstas la que finalmente lo realice.
La misión se lanzará desde la Guayana francesa, previsiblemente en un cohete ruso Soyuz. Bepi Colombo prestará atención al estudio geológico de Mercurio -el planeta más pequeño del sistema solar-, de su núcleo, de la exósfera que lo envuelve y de su débil campo magnético. Se harán decenas de experimentos que acerquen a los expertos a conocerlo mejor, pero también para extrapolar la información conseguida cuando otros planetas sean descubiertos en un futuro.
El equipamiento de la misión consta de un módulo dedicado a investigar la magnetósfera del planeta, cuya construcción es responsabilidad de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, además del módulo orbital, bajo responsabilidad de la Agencia Europea del Espacio, que prestará especial atención al estudio geológico del planeta y de la exósfera que lo envuelve.
El propósito de la misión es examinar la forma y la estructura de Mercurio mediante un análisis exhaustivo para conocer la superficie, las variaciones topográficas y la posición precisa de los relieves importantes. Asimismo se pretende descubrir la rugosidad y las deformaciones de la superficie, las pendientes locales y la reflectancia de este planeta.
“La importancia de la misión a Mercurio radica en la posición de este planeta dentro del sistema solar; además, desde el punto de vista geológico y de su composición, este planeta encierra grandes incógnitas”, resumió Lara.
Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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