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EL EX CREATIVO ESTRELLA DE DELVICO BATES, SOCIO FUNDADOR DE *S,C,P,F... Y ACTUAL REALIZADOR, DIALOGÓ CON ADLATINA.COM EN BARCELONA

Fernández de Castro: “Los spots son criaturas muy frágiles”

(Por Pancho Dondo, de la redacción de adlatina.com – Desde España) – Padre primerizo de una niña de catorce meses de edad –Juliette–, Félix Fernández de Castro (director de la productora Puente Aéreo) ha tenido relación con todos los aspectos de la publicidad española de los últimos veinte años: ha sido creativo entre 1984 y 1997, empresario durante poco tiempo –en sus épocas de socio de *S,C,P,F.

Fernández de Castro: “Los spots son criaturas muy frágiles”
Fernández de Castro: “Un director de fotografía me dijo una vez que mi mirada como director era tan precisa que estaba seguro de que, cuando yo era creativo, debía de pasarla bastante mal en las filmaciones. Tenía razón. (Foto: adlatina.com).
El sitio, la plaza del Bonsuccés, muy cerca de la Plaza de Catalunya, el kilómetro cero de la capital catalana. El momento, un lunes feriado por la tarde, en la terraza de un pequeño bar de dueños evidentemente brasileños. La excusa, conversar cara a cara con uno de los creativos más brillantes de la mejor época de la publicidad española y uno de los realizadores cuyo nombre aparece en las fichas técnicas de cualquier palmarés español del último lustro. Nacido el 21 de junio de 1963 en Barcelona, Félix Fernández de Castro es graduado en Periodismo por la Universidad Autónoma de su ciudad. Sin embargo, más allá de algún programa de radio en tiempos estudiantiles, su vida profesional nunca estuvo ligada a esa actividad: “Cuando tenía 21 años, un poco de casualidad, entré como redactor a Delvico DFS, en reemplazo de Isabel Coixet (ex creativa publicitaria y actual realizadora de cortos publicitarios y largometrajes de ficción, el último de los cuales, “Mi vida sin mí”, fue producido en los Estados Unidos). Por entonces, Delvico era mediana y sin ambiciones creativas. Tenía una plantilla de clientes que no las exigían, por otra parte. Y así fue cómo, cuatro años después y sintiendo que aquello no era exactamente lo que yo esperaba de mi carrera, renuncié a la agencia”. El creativo El siguiente paso fue la mítica MMLB, agencia clave en la historia de la creatividad publicitaria catalana y española que, para cuando llegó Fernández de Castro, tenía más brillantez en su pasado que en su presente. “Fue el primer lugar en el que aprendí realmente mucho de creatividad, más que nada gracias a Miquell Montfort, un estratega extraordinario y, para mí, probablemente el mejor redactor que haya tenido la publicidad española”. A su siguiente agencia, Viceversa, Fernández de Castro llegó convocado por Toni Segarra, que venía de un gran suceso en Contrapunto Madrid. Allí, el ahora director estuvo un año, hasta que nuevamente recibió un llamado de Segarra –que entremedio había sido uno de los socios fundadores de Casadevall Pedreño Barcelona– para ir a Delvico, que ahora se apellidaba Bates. “Ahí estuvimos siete años –recuerda Fernández de Castro–. La idea era transformar por completo la agencia. ¡Y vaya si lo logramos! Generamos una agencia exitosísima en lo financiero y premiadísima por creativa”. Así fue cómo, alcanzado ya el éxito a todas luces, cuatro miembros de la agencia decidieron la aventura de *S,C,P,F..., bautizada de ese modo simplemente por sus iniciales: Toni Segarra, Luis Cuesta, Ignaci Puig y Félix Fernández de Castro. Era febrero de 1997. Todo parecía indicar que estaba comenzando un segundo ciclo de lucimiento creativo para el grupo, y en realidad así fue –la agencia dominó el panorama creativo desde poco después de su fundación–, aunque sin la participación de Fernández de Castro, quien a once meses del nacimiento de *S,C,P,F... decidió dar un paso al costado y tomar la cámara por las astas. El realizador “Mis primeros pasos detrás de cámaras habían sido en tiempos de Delvico –rememora Fernández de Castro–, gracias a la insistencia de Pepo Sol, productor de Ovídeo que insistía todo el tiempo con mi futuro en ese terreno. Un día decidí hacerle caso y descubrí que no lo pasaba tan mal. Luego fui tomándole el gusto. No eran piezas de las que hoy pueda sentirme orgulloso, pero me sirvieron para eso, para abrirme la puerta”. Durante su primer año en su nuevo rol, en 1998, el flamante realizador fue, según reconoce hoy, absolutamente selectivo: lo obsesionaba la calidad de su bobina. Debutó, en esos tiempo, con un spot de *S,C,P,F... para Cinerama, financiado por Ovídeo. “Pero el primer que me dio un proyecto serio, con un cliente importante que pagaba un dineral, fue Pedro Soler, entonces director creativo de Delvico Madrid y hoy director general creativo de Delvico Bates Barcelona. Fue un spot para Mercedes Benz que fue un punto de inflexión en mi carrera. Algo que debo agradecer también, y enormemente, a mi producer de entonces y de ahora, Gemma Soler, la dueña de Puente Aéreo”. Desde entonces, según el propio Fernández de Castro, su carrera pasó por tres etapas bastante diferenciadas (“si bien, como todo en la vida, ninguna tiene un comienzo ni un final absolutamente claro y definible; pero mucha gente amiga me ha ayudado a detectarlas, y creo que han sido bastante así”): • Estética: “Apenas hice aquel trabajo para Mercedes, comenzaron a lloverme propuestas con poca idea y mucha imagen. Es que lo de Mercedes había tenido ese perfil. Así, poco después, descubrí que tenía una bobina respetable. Un buen ejemplo de esa época es ‘Compact’, de *S,C,P,F... par BMW. Lo malo, algo que por entonces me hizo entrar en pánico –sobre todo por mi eterna insatisfacción y tendencia a revisarlo todo–, fue que me sentí catalogado como un director de tendencia estética. Y decidí cambiar rotundamente”. • Conceptual: “Cambié y me compliqué la vida. Confundí al mercado y, un poquito, también a mí mismo. Pero logré lo que quería. Me dediqué a escoger proyectos menores, pero con más contenidos. Spots que me permitieran hacer trabajo con actores, contar historias. Por entonces hice cosas como ‘Filete’ un spot muy chiquito para Ya.com que, si mal no recuerdo, había sido con Grey Madrid. Cosas que tenían hasta una tendencia feísta, pero que contaban algo”. • De síntesis: “En los últimos tiempos, ya con oficio y experiencia, puedo decir que elijo lo mejor de ambos aspectos de los posibles trabajos. Me gusta mucho encarar todo tipo de proyectos. Las únicas condiciones que pongo son que me sienta realmente involucrado y que la última palabra –con respecto a la decisión de hacer o no el trabajo– es mía, no de la productora. Creo que hoy tengo más para ofrecer como realizador completo, y que puedo hacer algo realista sin perder el sentido estético. Eso sí: estando involucrado. Los spots son criaturas muy frágiles, hay que estarles encima todo el tiempo. Quizás esto me venga de mi pasado en agencias, pero soy muy consciente de que todo puede desmadrarse en cualquier momento del proceso”.
Pancho Dondo

por Pancho Dondo

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