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LA ENTIDAD ECOLOGISTA DENUNCIÓ CON NOMBRES Y APELLIDOS A 123 PARLAMENTARIOS QUE FALTARON A SUS PROMESAS ELECTORALES

Feroz pelea entre Greenpeace y el gobierno laborista británico por la política de vivienda

Frustrada por no lograr que se instrumente una enmienda que aseguraría una mayor nivel de calefacción y aislamiento a las viviendas construidas por el Estado, Greenpeace acusó fuertemente al gobierno y a 123 miembros del Parlamento con un aviso publicado en los diarios de Londres. El ente de control de la publicidad está investigando si es licito o no el recurso publicitario utilizado en esa pieza

Feroz pelea entre Greenpeace y el gobierno laborista británico por la política de vivienda
“Nuestra táctica ha funcionado”, aseguraron desde Greenpeace.

Una fuerte pelea se ha desatado entre el gobierno británico y el grupo Greenpeace a raíz de la labor de lobby que ha venido practicando esta entidad para obtener mejoras en la política de energía para las viviendas construidas por las autoridades.

Greenpeace publicó el miércoles pasado un aviso en los diarios en el que acusaba a miembros del Parlamento de “hipocresía” al tratar el tema de las enmiendas a las leyes habitacionales, que, según el gobierno, iba a reducir la grave cuota de 30.000 muertes que se producen cada año por deficiente aislamiento de las casas.

El aviso dio nombres y apellidos de 123 miembros del Parlamento que habían firmado inicialmente en favor de un rápido tratamiento de la enmienda de “eficiencia energética” en los hogares, para que ésta sea incrementada en un 20 por ciento hacia el año 2010. Según Greenpeace, la semana pasada esos mismos parlamentarios votaron contra el establecimiento de ese “target” en la ley.

Al debatirse la ley de hogares en el Parlamento, el ministro de Vivienda, Keith Hill, describió al aviso del grupo ecologista como “ultrajante” y “mentiroso”, mientras que otro parlamentario, Brian White, pidió la renuncia del director ejecutivo de Greenpeace, Stephen Tindale, o que directamente la entidad lo deponga por haber planeado esa campaña.

El ministro Hill sostuvo que “el aviso revela una total ignorancia de la forma en que trabaja el Parlamento”, al no comprender que las mociones previas sólo fueron expresión de puntos de vista personales, pero que luego el bloque laborista tomó una actitud en conjunto.

 

Explicando el giro

Lo curioso de la posición del ministro Hill es que previamente había dicho estar de acuerdo con el target del 20% que defiende la posición de Greenpeace. Al explicar ese giro de 180 grados, Hill dijo que había “escuchado cuidadosamente los argumentos” y que jugó un papel negativo el aviso de Greenpeace.

La ASA, entidad que controla la publicidad en Gran Bretaña, confirmó que había recibido una queja sobre dicho aviso, y que pasaría a analizar la pieza para ver si se había ajustado a las reglas de la publicidad.

Greenpeace cantó victoria el jueves, al proclamar: “Nuestra táctica ha funcionado”. Según su titular Tindale, “no estamos interesados en intercambiar insultos con el gobierno: sólo queremos verlos proteger al medio ambiente y pelear como nosotros por la falta de combustible en los hogares. Nosotros mencionamos por sus nombres a 123 parlamentarios que les dijeron a sus votantes que harían una cosa, y terminaron haciendo otra; eso es todo”.

El gobierno se negó también a aceptar otra enmienda auspiciada por Greenpeace que intentaba asegurar que hacia el año 2016 todas las viviendas sociales ya tendrían los mismos requerimientos de calefacción y aislamiento que se requiere para las casas nuevas particulares.

El argumento expuesto por los ministros es que una cláusula de ese tipo sería demasiado costosa de instrumentar. Esa decisión fue condenada tanto por Greenpeace como por la institución de caridad Help the Aged.

Mervyn Kohler, responsable de asuntos públicos de Help the Aged, señaló que después de estos acontecimientos, el target del gobierno para mejorar la calidad de las viviendas sociales pasaba a ser “una cifra sin importancia”.

Para Kohler, las viviendas sociales deberían marcar el estándar. “Las ‘casas decentes’ deben ser decentes en términos de calefacción sustentable, porque caso contrario estaríamos degradando a nuestro propio idioma”.

A su turno, Tindale acotó que “el costo de la inacción (oficial) lo terminarán pagando los sectores más vulnerables de la sociedad, en los que miles de sus miembros pierden cada año sus vidas porque simplemente no tienen medios para calefaccionar sus viviendas”.

Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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