Publicidad Argentina

DIRECTOR DE ANIMACIÓN DE LA SEMANA

Franco Bittolo: “En la Argentina hay mucha animación sin un artista detrás”

La posibilidad de formar en el país una productora de animación reconocida por su calidad y profesionalismo fue lo que llevó a Franco Bittolo a fundar, en octubre de 2001, BItt Animation & Visual Effects. Antes, el director de animación trabajó para Hannah Barbera, Disney y Rick Reitner, entre otros. En diálogo con adlatina.com, habló de sus inicios, del momento por el que está pasando BItt Animat

Franco Bittolo: “En la Argentina hay mucha animación sin un artista detrás”
Bittolo: “En animación, es tan importante el aspecto económico y humano como que el trabajo esté a la altura de las expectativas”.

Franco Bittolo, director de animación de BItt Animation & Visual Effects, es uno de los protagonistas de la historia de la animación en la Argentina. Con sólo 30 años de edad, trabajó para Hannah Barbera, Disney, Rick Reitner, García Ferré –en Las nuevas series de Hijitus y el largometraje Manuelita-, Patagonik –dirigiendo Los Pintín y Dibu 3- y, en 2001, fundó su propia productora: BItt Animation.

Lo que más le atrae de este mundo animado, dice, es que “uno no tiene límites, más allá de la propia cabeza”.

De sus inicios, de la mano de Jaime Díaz, Bittolo recuerda: “Me tomaron luego de evaluar mis dibujos y la verdad que fue inmejorable esa forma de empezar, ya que el nivel de exigencia era muy alto”. Y asegura que empezar trabajando con personajes como Aladdin, Timon y Pumba, Pocahontas o la Pantera Rosa -entre otros- obligaba a dar todo de uno, mejorando notablemente su técnica de trabajo.

Respecto de su productora, cuenta: “Quisimos dejar atrás la imagen de que no se podía hacer animación en la Argentina de manera seria en cuanto a la calidad y a los tiempos de realización, y creo que lo logramos con creces”.

 

-¿Por qué momento está pasando actualmente su productora?

-Franco Bittolo: Afortunadamente, el momento es muy bueno, nos posicionamos como una gran productora de animación, con una gran capacidad de trabajo, un alto nivel técnico, sustentado en grandes profesionales en cada una de las áreas: Desde 3D, donde contamos con un equipo muy fuerte en animación de personajes y en foto realismo, como en la de animación 2D, donde además de animación tradicional nos hemos capacitado en las más diversas técnicas que fue demandando el mercado. Por otro lado, el área artística está muy bien acompañada por una estructura muy sólida y eficaz de producción, ya que no sólo alcanza con un trabajo de alto nivel técnico, sino también con que ese trabajo se entregue en los tiempos acordados y, para esto, el trabajo en equipo es fundamental, a fin de lograr la máxima calidad en el mejor tiempo.

-¿Qué es lo que más le atrae del mundo de la animación?

-F.B.: La animación tiene algo que siempre me pareció apasionante y es que uno no tiene límites, más allá de la propia cabeza. No existen impedimentos de ningún tipo y se puede contar cualquier tipo de historia de mil maneras diferentes, tanto para el público infantil como para el adulto. Hay una gran diversidad de estilos y formas narrativas que hacen que uno tenga un abanico muy grande de posibilidades.

-¿Cómo llegó a trabajar con Jaime Díaz?

-F.B.: En aquel momento Jaime Díaz estaba reclutando gente. En la Argentina no existía una formación en animación a nivel académico, por lo que el aprendizaje era en los propios estudios. Me tomaron luego de evaluar mis dibujos; y la verdad es que fue inmejorable esa forma de empezar, ya que el nivel de exigencia era muy alto. Se trabajaba para Disney y Hannah Barbera, entre otros clientes acostumbrados a una alta calidad de trabajo.

-¿Cómo fue la experiencia trabajando para ese tipo de clientes?

-F.B.: Excelente. Como comentaba antes, me sirvió para formarme de manera muy profesional. Trabajar con personajes como Aladdin, Timon y Pumba, Pocahontas o la Pantera Rosa, entre otros, te obligaba a dar todo de vos, lo que, sin darte cuenta, mejoraba notablemente tu técnica de trabajo.

-¿Por qué tomó la decisión de abrir su propia productora?

-F.B.: Básicamente, lo que me impulsó fue la posibilidad de formar, por primera vez en el país, una productora de animación, con todo lo que la palabra “productora” significa. Quisimos dejar atrás la imagen de que no se podía hacer animación en la Argentina de manera seria en cuanto a la calidad y a los tiempos de realización, y creo que lo logramos con creces. Hoy en día realizamos trabajos de gran calidad para los más importantes clientes nacionales e internacionales; y somos reconocidos precisamente por la alta calidad y el profesionalismo durante el proceso de trabajo.

-¿Cómo fue la transición entre Patagonik y Bitt Animation?

-F.B.: Se dio de manera natural. Dirigí muchos proyectos en Patagonik y ya sentía la necesidad de abordar el trabajo de manera más integral, acompañando el costado artístico de muchas otras cosas como, por ejemplo, una estructura de producción al servicio de la calidad del trabajo y no sólo de los tiempos de entrega. Además, con una manera distinta de cuidar al personal, capacitándolo y brindándole las mayores comodidades, tanto en infraestructura como en el trato diario, lo cual posibilitó que cada persona que trabaja en Bitt se brinde al máximo, sea feliz en el lugar de trabajo y disfrute del logro artístico alcanzado. Esto último es muy importante, ya que para la mayoría de la gente que se dedica a la animación es tan importante la parte económica y el aspecto humano como que el trabajo esté a la altura de las expectativas de cada uno.

-¿De qué manera cambió su trabajo la tecnología digital?

-F.B.: La tecnología, sin dudas, influyó mucho. Pero nosotros, si bien todo el tiempo estamos detrás de los nuevos avances, con gente que se especializa precisamente en esto, nunca tomamos a la tecnología como la salvadora de todo. Sin una persona altamente capacitada atrás de esa tecnología, el trabajo queda vacío, sólo sería una seguidilla de imágenes atractivas sin ningún sentido. Eso es algo muy común en la Argentina: hay mucha animación a la que se la nota sin un artista detrás, sino con un excelente operador del soft. Aquí es donde la tecnología prevalece por sobre el artista, y donde el trabajo pierde la sensibilidad, donde los personajes se mueven pero no actúan, donde las imágenes se superponen y los efectos abundan, pero no componen un cuadro dentro de la pantalla. A nosotros nos encanta la tecnología, pero con un artista detrás.

-¿Con qué aspecto del proceso de producción disfruta más?

-F.B.: Disfruto y me apasiono con cada etapa, pero sin dudas me quedo con la etapa de la preproducción, el desarrollo de las ideas, el trabajo en equipo en busca de la única forma, entre mil, de contar cada historia.

Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

Compartir