Tras tensar la cuerda de la audacia, que muchas veces se rompe, los responsables de la marca Hell Pizza se vieron obligados a a retirar una campaña que tenía como protagonista a Adolf Hitler. El aviso, en el que el líder nazi hace el tradicional saludo de su movimiento con una porción de pizza en la mano, sucumbió ante las numerosas protestas que provocó en la comunidad judía.

La pieza llevaba junto a la imagen de Hitler el titular Es posible hacer creer a la gente que el paraíso es el infierno, en un juego de palabras con el nombre de la empresa (Hell).

La agencia neozelandesa Cinderella, responsable de la campaña, lamentó lo ocurrido: “Pensábamos que la gente podía ver el lado cómico. Es evidente que lgunas cosas todavía no pueden desdramatizarse”, dijo Kirk MacGibbon, responsable del shop.

El aviso formaba parte de una campaña en la que distintos personajes históricos endosaban el producto; entre ellos figuraba el Papa Benedicto XVI. El resto de las piezas continúan exhibidas en las principales ciudad del país, salvo la de Hitler.   

No es la primera vez que Hell Pizza enfrenta reclamos por sus estrategias publicitarias. Los directivos de la compañía se disculparon públicamente y afirmaron que, en realidad, sólo buscaban “ridiculizar” la imagen del líder del movimiento nazi.