Carlos Holemans, director creativo ejecutivo de El Laboratorio, fue seleccionado por la organización de El Sol para ser presidente de jurado de la categoría Diarios y revistas, exterior y radio. “He sido jurado en tres ocasiones, y es un honor muy grande, una responsabilidad. No me lo esperaba, uno piensa que le va a tocar cuando es viejo, lo que quiere decir que envejecí y no me di cuenta”, confiesa entre risas.
Con respecto al trabajo que tiene entre manos, el especialista asegura que este año estará signado por una particularidad: juzgar el trabajo producido en un contexto post crisis. “Fue el peor año en la historia de la publicidad, en el peor año económico de la sociedad moderna, tal y como la entendemos hoy. Naturalmente, esto debe hacernos reflexionar sobre cómo juzgar y con qué nos vamos a encontrar”. En este sentido, Holemans no se atreve a adelantar qué realidad tendrán que enfrentar. “Seguramente habrá ideas hechas bajo las estrecheces de la crisis, y eso no sé qué puede significar en los trabajos. Recuerdo la llamada escuela española, que traían ideas conceptuales muy brillantes con una producción muy modesta; puede que veamos lo mismo”.
Según el especialista, El Sol y Cannes funcionarán como vidriera al mundo creativo de cómo fue la crisis. “Pegó duro en todo el mundo, y mientras que nosotros estamos en la periferia, en Cannes se verá cómo fue en la metrópolis, ya sea lugares clave como Nueva York o Tokio”. A pesar de esto, la publicidad latino e iberoamericana crece, sin que la crisis le haya hecho mella. “Más allá de que no creo que la crisis haya mermado la calidad creativa, sí pienso que vamos a ver menos producción o más modesta, pero siempre llegando al estándar creativo”.
- ¿Qué diferencias puede observar en la creatividad a uno y otro lado del Atlántico?
- Sin duda que Europa es distinta, es más conservadora, más aburrido y serio. No necesariamente como un defecto, sino una característica que logra más profundidad. En América Latina da la impresión de que juegan con distintas reglas. Son más caraduras, tienen mucho más desparpajo y descaro.
Respecto al significado del festival, Holemans rememora su pasado: “Yo pertenezco a la generación que vivía San Sebastián con pasión. Hoy es un poco distinto porque es un derby menos local, pero ahora se ve mucho mejor material. Es una significancia distinta, porque ya el festival está consolidado a nivel internacional”. A pesar de esto, la conclusión es que “los latinos lo siguen viviendo con esta pasión, como un lugar donde se separa lo bueno de lo malo. Hoy sin duda que hay más calidad que antes, y la apertura de las puertas internacionales fue clave para eso”.