-Filmlatina.com: Su ópera prima es nada menos que un documental sobre Diego Maradona, ¿no cree que eligió un gran desafío para introducirse en el mundo del largometraje?
-Javier Vázquez: Me parece que sí. Es un desafío y un sueño personal también. Es una película que la parimos y hace tres años que estamos laburando a full y poniéndole todo a esto. Es muy distinto al laburo publicitario, que es de donde yo venía, donde todo el proceso de un comercial -desde pensarlo, producirlo, preproducirlo y que esté en el aire- tardaba un mes. Acá tardamos tres años y tuve que armarme de paciencia. Me cambió mucho la cabeza pasar de trabajar en publicidad a trabajar en cine, el tema de los tiempos, el manejo de la ansiedad. Antes los resultados se daban mucho más rápido y, ahora, la vuelta es más larga pero más interesante.
-¿Cómo surgió Amando a Maradona?
-J.V.: Surgió una noche que estaba dormido. Fue como una mezcla de esos momentos en los que estás entre dormido y despierto, y fue así, contundente: Amando a Maradona. Y ese es el concepto de la película. Imagino que también surgió porque soy hincha de Boca, soy socio del club y maradoniano. Siempre la figura y la persona de Diego me despertó mucho cariño, mucha admiración.
-Durante los tres años que duró la realización del documental han pasado muchas cosas en la vida de Diego, ¿tuvieron que cambiar la idea original de acuerdo a los cambios en la vida de Maradona?
-J.V.: La idea original de Amando a Maradona es como un concepto. Todo lo que tuviera que ver con ese concepto intentamos que estuviera en la película. Filmamos setenta horas de material generadas por nosotros y solamente dejamos pasar por ese filtro lo que era Amando a Maradona; lo que no, lo descartábamos. A Diego le pasó de todo y nosotros no teníamos otra que seguir. A pesar de no ser una película coyuntural del aquí y ahora -porque es una película de amor y atemporal- fuimos a la clínica, estuvimos con Diego, acompañándolo como lo acompañaba la gente, registramos todo el tema de los carteles, estuvimos en el programa de televisión. Es increíble lo que le pasó a Diego en los últimos tres años porque estuvo con serios problemas de salud, internado en terapia intensiva, y después una resurrección con el programa y el canal. Hizo el programa más visto de la televisión argentina del año, levantó el rating de un canal. Fue muy intenso.
-Hay una estética muy cuidada en su obra, ¿estuvo muy pendiente de que sea así?
-J.V.: La estética debe ser algún vicio, o una virtud más que un vicio, publicitario. En la película también me ayudaron muchos amigos de la publicidad como Ivan Cazenave o Marcelo Lavintman -que es el director de fotografía-. Pero sí, me interesaba sostener un nivel de estética importante, aunque no logramos la obsesividad que uno le pone a la publicidad, porque ahí son 30 segundos y esto son 90 minutos, pero intentamos mantener un estándar de imagen, fotografía y diseño importante.
-¿Y por qué se decidió que no haya voz en off?
-J.V.: Lo de la voz fue un desafío desde el primer momento. Lo que llevó a suspender la voz en off desde un primer momento fue hacer una película que se resolvió en la mesa de edición y cada imagen tenía que encastrar con la otra naturalmente y ese fue el desafío de la película.
-¿Qué parte disfrutó más de todo el proceso?
-J.V.: Cuba fue lo más intenso, lo más cargado de adrenalina, lo más fuerte, porque fue el encuentro con Diego, el primer rodaje de todos. Yo había sido papá por primera vez dos meses antes de viajar, así que estaba como en una especie de shock emotivo y adrenalínico importante. Ahí descubrimos la película. Fuimos con ideas y ahí descubrimos la película. Creo que el secreto de la película es el grupo humano que laburó y estuvo bueno. Está bueno todavía porque el laburo en equipo es poder dar y recibir y ser escuchados, en el cine el que no trabaja en equipo no puede hacer una película. Si no te relajas un poco y confiás en la persona que tenés al lado... Ése creo que es el secreto de la película.
-¿Cuándo y dónde se estrena la película?
-J.V.: El lanzamiento va a ser primero en la Argentina. Estamos invitados al festival de La Habana en diciembre y en enero vamos a estrenar en la Argentina.
-¿Sigue con la idea de estrenarla en la bombonera?
-J.V.: Estamos intentando armar eso. A mí me encantaría, sería un sueño. Estamos laburando para que eso suceda, vamos a ver qué pasa.
-¿Cuál fue su último trabajo en publicidad?
-J.V.: Mi último trabajo fue gratis, fue un diseño que hice con mi gran amigo Iván Cazenave. Hicimos el logo del centenario de Boca.