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SEMANA DE LA ALTA COSTURA EN PARIS

Joseph Font: el sucesor de Paco Rabanne

Ultrafemenino y versátil, sus modelos van de trajes cortos y lisos a otros largos y extravagantes, sin perder nunca la elegancia y su estilo personal. Fue el único español invitado a la Semana de la alta costura de París para presentar su colección primavera-verano 2008.

Joseph Font: el sucesor de Paco Rabanne
Una modelo luce una sugerente creación de Josep Font (Afp / Patrick Kovarik).
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Muchos consideran a Joseph Font como el sucesor de Paco Rabanne. Después de muchos años de trabajo se coronó internacionalmente presentando por primera vez su colección primavera-verano de alta costura en la Semana de la Moda de Paris. Sus musts son el “negro absoluto”, colores rabiosos -del verde al fucsia o el rojo, y por supuesto beige, marfil y blancos rotos-, sutiles vestidos y conjuntos de volantes, lazos, bordados y transparencias. Ultrafemenino y levemente español en algunos modelos, su arte puede disfrutarse como un viaje a un universo creativo más personal.

Su última colección fue presentada con una atípica lentitud al son de boleros cantados en vivo y fueron una nueva prueba de su estilo femenino y delicado. Sus modelos desfilaron trajes largos y cortos, algunos con talle imperio, otros trapezoidales, transparentes o tupidos por completo, todos construidos con tejidos suntuosos y abundancia de seda y gasas.
Sus colecciones son a la vez osadas y elegantes, con bordados y detalles de pedrería. Sus diseños van del amarillo limón o el rojo, a otros multicolores, y también al negro azabache.
El negro, que el artista quiso "absoluto y místico", impregnó vestidos largos de talle alto y conjuntos de pantalón ancho y bolero o pantalón pitillo, con complejos entrecruzados de lazos en la espalda, el costado o la cintura.
Hubo negro también en detalles exquisitos, como el cuello o los bajos de una voluminosa falda, a menudo bordados sobre beige, pero también sobre verde vivo, combinado con tules transparentes, o en vestidos marfil con bordados de minivolantes plisados que habrían hecho las delicias de aquella bella duquesa de Alba que tanto amó Francisco de Goya.
Negros tostados y ocres, sobre base cruda, dieron el estampado de la colección en un bello vestido largo trapecio con cola. Como sugería la ilustración del cartón de invitación, una joven de larga melena negra abrazada a un enorme lazo, la colección Font "toda hecha en España", acogió las grandes "obsesiones" de su autor y muchas de las particularidades por las que se reconoce su estilo.

Sus colaboradores dicen que sus colecciones son "como una especie de tratado en busca de la belleza", a través de elementos que para Font la sugieren como la silueta longilínea, el juego de volúmenes, cortos o largos o cortos y largos a la vez, las transparencias y bordados.
“Ha sido un poco un laboratorio de investigación, de pruebas, de bordados. Estoy hablando de horas y horas para cada traje, de mucho bordado, muy estudiado. Tejido y entretejido, dándole la vuelta a todo", dijo a un medio español.

De él dicen que diseña para princesas de cuento y que las modelos que visten sus trajes adquieren aire de muñecas antiguas. Lo que está claro que sus colecciones seducen porque conjugan de modo irresistible el romanticismo inglés del siglo XVIII y un vanguardismo que lo emparenta con diseñadores tan avanzados como Dries van Noten.

Cosechador de premios

Nacido en Santa Perpetua de Moguda (Barcelona), Font cursó estudios de diseño, patronaje y escalado en Barcelona, en el instituto internacional FELI. Su primer éxito en el campo del diseño de moda llegó con el premio nacional del concurso Air France, celebrado en París en 1984, que lo llevó a exponer su modelo en el Museo de la Indumentaria de París.
El modisto presentó su trabajo en la Pasarela Cibeles por primera vez en 1989, año en el que también tuvo la oportunidad de mostrar sus diseños en el Salón Contemporary de Milán y en el Piscine Deligny de París. Al Salón Contemporary de Milán volvería en el verano de 1991. Su éxito en Francia es constante: en 1989 obtuvo el Premio Fil D’Argent nacional.
Desde 1991, Font crea su propia marca y abre tiendas propias en Barcelona y Bilbao. Su establecimiento madrileño abriría las puertas en mayo de 2000.
Su implantación internacional sigue imparable a lo largo de la década. En 1993 fue invitado a la Feria de Igedo (Düsseldorf), y consiguió así introducirse en el mercado alemán. En julio de 1997 presentó su colección primavera-verano en Tokio, además de Barcelona. En septiembre de 2002 Font inició relaciones comerciales con las Galeries Lafayette de París, y situó su colección en el espacio Le laboratoire des créateurs. Su gran apuesta a nivel internacional empezó por abrir su propia tienda en París, en la Rue Sourdière, junto a la Rue Saint-Honoré.
Durante su trayectoria, la cosecha de premios fue constante. En 1996 recibió el Centimetre de L’Any, otorgado por el Cercle de Moda FAD de Barcelona en reconocimiento a su trayectoria profesional. En junio de 2002 ganó el Premio Khalos, otorgado por la TBE, asociación de fabricantes de tules, bordados y encajes. En octubre de 2000 recibió el Premio T de Telva a la mejor colección primavera-verano 2001. Dos meses después, Moët & Chandon le entregó la botella Esprit du Siècle, y lo nombró Diseñador del nuevo milenio. En noviembre de 2001 la revista Elle le otorgó el Premio Estilo 2001.

Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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