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TRIBUTO A LA MODA BRITÁNICA

La anglomanía

El Metropolitan de Nueva York inauguró una muestra dedicada a los más famosos diseñadores ingleses de todos los estilos y tiempos. Todo el glamour dijo presente en la gala de inauguración.

La anglomanía
Gisele Bundchen, ex de Leonardo Di Caprio, acudió a la inauguración en el Metropolitan.
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Los ingleses siempre fueron el modelo a seguir en términos de refinamiento, excentricidad y originalidad. Sus diseños siempre han dado de que hablar. Los latinos, de hecho, seguimos mucho la moda inglesa, ya que nunca deja de sorprender y de ser vanguardista.

Por eso, el Metropolitan Museum de Nueva York inauguró una de las muestras “estrella” de la temporada: Anglomanía, tradición y transgresión en la moda británica, en la que se hace un merecido homenaje a los diseñadores ingleses y a sus creaciones.  La muestra se centra en la producción que va de 1976 hasta 2006, 30 años en los que los diseñadores, anclados en el posmodernismo, volvieron a las tradiciones para armar sus nuevas propuestas. En otras palabras, Anglomanía recoge mucho de lo que Gran Bretaña ha dado al mundo de la moda, desde el barón Brummel hasta Vivienne Westwood, pasando por James Bond o Twiggy .

El título completo de la exposición es AngloManía / Relaciones peligrosas: moda y mobiliario en el siglo XVIII. La muestra, montada en la galería Annie Laurie Aitken del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, está abierta al público desde el 4 de mayo, y estuvo precedida por una gran gala benéfica, a la que asistieron numerosos personajes del mundo de la moda. Podrá ser visitada hasta el 4 de septiembre y representa un diálogo entre el pasado y el presente, comprometiendo funcionalidad, decoración e iconografía

 

Una apertura con bombos y platillos

La fiesta de inauguración poco tuvo que envidiarle a la alfombra roja de la gala de entrega de los Oscars. Actrices, cantantes y modelos se dieron cita en uno de los acontecimientos del año para la sociedad neoyorkina.
Varios “celebrities” no escatimaron esfuerzos y se vio a lo más granado del cine y la moda vestido para la ocasión. Por el lugar pasaron bellezas espectaculares, como la brasileña Gisele Bundchen, con un mantón en color coral que era casi más espectacular en la espalda que en el frente. O la modelo Karolina Kurkova, elegantísima con un vestido en tela de tartán en violetas y azules. También estaban espléndidas Linda Evangelista, envuelta en volantes malvas, y la cincuentona Kim Basinger, al estilo Rania (camisa blanca y falda de raso hasta los pies). Menos afortunadas fueron Kate Moss (toda de negro, pantalón pitillo y taconazos, como siempre); Drew Barrimore, con un sirena en encaje negro de escote exagerado y más clásico que el hilo negro; Scarlett Johansson, del brazo de Stella McCartney, la actriz en negro lentejuela y la diseñadora en blanco de traje chaqueta masculino y generoso escote, muy serias ambas y excesivamente delgada la primera; Sienna Miller, haciendo de Twiggy, pero treinta años después; las Olsen, Mary-Kate y Ashley, maquilladas de blanco transparente en un cuerpo moreno caribe, y vestidas como hace 150 años; Lindsay Lohan, discreta en un modelo muy visto para una chica tan joven; Liv Tyler , que no tiene brazos para llevarlos al aire; Liz Hurley, que debe de tener dos trajes, el de escote en pico y el de escote redondo, iguales pero en todos los colores; Jennifer López, a quien claramente le sobra el marido, Marc Anthony; Carey Lowell, mona pero cursi, de la mano de su maridito Richard Gere; y Lauren Bush, modelo, con un traje estupendo que parecía tener abierto el cierre.
Las que se equivocaron de medio a medio según las publicaciones estadounidenses especializadas fueron Sarah Jessica-Parker, de falda escocesa en juego con el diseñador Alexander McQueen, ambos en tartana roja ambos; Sophie Dahl, quien con sus kilos ha perdido su singularidad; o Charlize Theron, quien, con un cada vez más loco John Galliano, hasta parecía discreta con un traje disparatado en color caldero.
Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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