El primero de febrero de 2004 ocurrió un episodio memorable para la historia de la televisión de Estados Unidos, cuando a la cantante Janet Jackson se le escapó un seno durante el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl XXXVIII.
Por dicho suceso, al que catalogó de “indecente”, la Federal Communications Commission -FCC- impuso una multa de 550 mil dólares a CBS, que en ese momento pertenecía a Viacom. La abultada cifra se aplicó porque la entidad oficial impuso la multa máxima estipulada para casos de “indecencia” (27,5 mil dólares) a cada uno de los 20 canales de televisión que pertenecen a la cadena y que transmitieron el evento.
Ante la multa, la cadena decidió apelar ante la corte de apelaciones de Filadelfia, que deberá determinar en definitiva su inocencia o su culpabilidad.
La FCC acusa a CBS de saber de antemano lo que iba a ocurrir con la hermana de Michael Jackson, y su alegato se apoya en que tanto la cadena como MTV, empresa que planificó el espectáculo, pertenecían a un mismo dueño, Viacom, en 2004. También la FCC sostuvo que la cadena no adoptó ninguna medida para impedirlo.
Por su parte, la CBS se defendió en el tribunal diciendo que un episodio como ése no se puede prever y que la FCC no cuenta con pruebas para acusarla.