La mayoría de las capitales del mundo poseen su Semana de la Moda. Paris, Milán, Nueva York, Berlín, Madrid; son sólo algunos ejemplos. De hecho, desde hace ya unos años, varios países latinoamericanos como Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela se sumaron a esta movida mostrando que el diseño también se ha globalizado e, inclusive, demostrando que lo regional a adquirido un nuevo sabor y preponderancia.
Desde el 18 hasta el 26 de febrero, Milán se convierte en la plataforma donde se verán los mejores diseños de alta costura que se usarán durante la temporada otoño- invierno de 2006. Alrededor de 100 shows y más de 70 diseñadores en escena. La principal tendencia para este año es evitar todo brillo y exceso para volver a estilos más refinados, nobles y románticos.
Hasta el momento, se llevaron a cabo los desfiles de la clásica marca italiana Roberta di Camerino - que presentó una colección llena de elegancia inspirada en los aros olímpicos-, Clips, Blugirl y Lorenzo Riva. Entre los desfiles más esperados están los de Gucci, Dolce & Gabbana, Giorgio Armani y Versace. Uno de los platos más fuertes será la aparición en la pasarela de la colección de la marca Jil Sander, donde Raf Simons estrena su primera colección femenina como jefe creativo de la marca alemana propiedad del consorcio italiano Prada. En enero, el diseñador belga presentó la colección masculina que recibió gran aprobación. Hace tiempo que Simons es considerado uno de los diseñadores más influyentes de la moda para hombres, pero hasta ahora no había diseñado para el público femenino.
Los nuevos talentos dieron el puntapié inicial a esta fiesta de la moda
Cuatro diseñadores dieron el puntapié inicial el sábado pasado a una semana de glamour en las pasarelas de Milán: Ruiz, Bianca Gervasio, Nicoletta Ruggiero y Atis Artemjevs. Los organizadores del evento dijeron a la agencia de noticias Reuters que la idea de presentar a nuevos diseñadores ayudará a dar un impulso al perfil de la ciudad y será un trampolín para los jóvenes talentos que recién comienzan.
“La situación es complicada en este momento, el mercado está bloqueado por nombres importantes”, dijo Bianca Gervasio, una diseñadora italiana de 26 años, antes de su debut en la ciudad italiana. “Pero Milán definitivamente nos está ayudando. Es estimulante y el hecho de que se esté haciendo algo ya es grandioso”, agregó.
Lo interesante es ver que estos jóvenes talentos son quienes están mostrando más audacia y originalidad en sus propuestas para 2006. Colores, formas rupturistas, estilos más clásicos pero con toques modernos. “Lo que podemos hacer es dar pequeños pasos, creando piezas únicas hechas a mano que sean diferentes a la escala industrial de la mayoría de las colecciones”, dijo Gervasio a EFFE.
El diseñador Atis Artemjevs, de 26 años, tomó una mirada irónica del pasado de su país para su debut, basando su colección en lo que ocurrió con su natal Letonia tras la caída del muro de Berlín. “Dedico mi colección a las mujeres de mi país de la década del ‘80, cuando las primeras tiendas de diseñadores abrieron, cuando las marcas se mezclaron con los diseños locales”, dijo antes de su presentación en una ronda de prensa. “Es kitsch. Es ecléctica”, agregó.
Por su parte, Nicoletta Ruggiero -de la casa de moda H.O.T.- hizo su segunda aparición en las pasarelas este año, con una oferta de flores tejidas a crochet.
Color a todo furor
La famosa semana de la moda milanesa empezó con un desfile lleno de color y “decontracte” de la española Agatha Ruiz -de La Prada-. Ruiz presentó una línea inspirada en el pop de los ‘70 y los ‘80, sin dejar de lado sus características flores y corazones. Amarillos, naranjas o azules tiñeron la pasarela con prendas que, al más puro estilo de su autora, siguen un corte amplio y recto, ceñido sólo en la cintura o el pecho para resaltar la figura femenina. Las faldas llegan con colores vivos y se combinan con jerséis de lana y medias también de colores; mientras que para las que prefieren los pantalones, De la Prada rescata de la década del ‘80 el modelo pitillo, extremadamente ajustado y en tonos metalizados. La española mostró también chaquetas de amplias rayas terminadas en pico o vestidos cortos con estampados pequeños y sencillos, con un toque de romanticismo inspirado en las novelas inglesas del siglo XIX.
El segundo desfile estuvo a cargo de Pilar Ruiz, quien por su parte, apostó por una moda llena de contrastes y, sobre todo, de líneas muy juveniles inspirados en la vida de la refinada familia Medici, la corte de María Antonieta, la atrevida indumentaria de los corsarios y la elegancia de los años ‘40.
La moda y su circularidad
Fotos de Marlene Dietrich, Rita Hayworth, Greta Garbo y Marilyn Monroe aparecieron proyectadas como fondo del escenario a lo largo del desfile Valeria Marini –actriz y modelo italiana-, donde abundaron elegantes vestidos de seda con amplios escotes en pecho y espalda, elegantes trajes con lencería a la vista y tejidos transparentes.
La modelo basó su colección titulada Seduzioni Diamonds en el estilo y el look de las divas del cine de la década de 1940.
Otra de las marcas presentes en Milán fue Kristina Ti -de Cristina Tardito-, que llevó a la capital lombarda una bella colección de trajes de seda con los cuellos de piel, medias de lana o calcetines con líneas doradas, mientras que para la noche propone vestidos de muselina de seda con diminutas aplicaciones.
Por su parte, María Calderara, diseñadora de joyas que desde hace tres años firma su propia marca de moda, aportó una línea fluida y de cortes asimétricos que subraya la pureza de materiales como el algodón, la lana y la seda.