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DE ACUERDO CON UN ESTUDIO DE LA KAISER FAMILY FOUNDATION

Los comerciales de TV empujan a los pacientes a pedir recetas

Los anuncios televisivos para medicamentos que se venden bajo receta son legales en los Estados Unidos desde 1997. Hoy, uno tres estadounidenses pide la receta de un remedio cuya promoción vio en la televisión, y más de la mitad de los que piden esa receta, la obtienen. Lo peor es que muy pocos televidentes retienen datos importantes como los posibles efectos colaterales de la droga, dice la inves

Los comerciales de TV empujan a los pacientes a pedir recetas
Drew Altman, presidente de la Kaiser Family Foundation: “Mientras los anuncios elevan los precios de productos y servicios de la salud, los pacientes creen estar tomando los medicamentos que los vuelven más sanos”.
Desde que la Food and Drug Administration dio el visto bueno, en 1997, a los anuncios para medicamentos de venta bajo receta, su presencia en las tandas comerciales es cada vez más habitual. Un estudio, financiado por la Kaiser Family Foundation, descubrió que los persuasivos mensajes tienen un efecto mayor al esperado, ya que alrededor de un tercio de los adultos que ven el aviso de una droga en la televisión habla sobre ella con su médico, y 44 por ciento de ese tercio sale de la consulta con la receta de esa droga en la mano. La investigación, que fue publicada oficialmente el jueves 29 de noviembre, describe que, por ejemplo, “después de ver un comercial para una droga contra el asma, cerca de 25 por ciento de los televidentes se queda con la impresión errónea de que existen drogas que pueden reemplazar a in inhalador para asmáticos. Incluso, algunos grupos de defensa del consumidor han protestado públicamente, antes de la publicación de este estudio, diciendo que los spots llevan a los estadounidenses a creer que saben qué drogas son las mejores para ellos y presionar innecesariamente a sus médicos. “Hemos registrado casos de personas buscando drogas que no son necesariamente las que ellos necesitan y, en muchas oportunidades, pidiendo la más cara, aún cuando existen otras más baratas y de venta libre que pueden tener el mismo efecto -explicó Ron Pollock, director ejecutivo de Families USA, un grupo de defensa del consumidor basado en Washington-. Por otra parte, el alto costo de los anuncios está llevando a los laboratorios a elevar el precio de los medicamentos, y a las empresas de cobertura médica privada, a subir el precio de sus servicios”. Al respecto, el presidente de la Kaises Family Foundation, Drew Altman, señaló que “mientras los anuncios elevan los precios de productos y servicios de la salud, los pacientes creen estar tomando los medicamentos que los vuelven más sanos”. La contracara de estas conclusiones, incluida entre los resultados de la investigación de la KFF, es que los médicos están cada vez más renuentes a recetar medicamentos que los pacientes les piden por haberlos visto en un comercial televisivo. Es más: en 35 por ciento de los casos, el médico suele optar por sugerir al paciente un cambio de hábitos, y sólo ante uno de cada cuatro pedidos extiende la receta. La conclusión general parece ser que la responsabilidad ante la mala medicación o la medicación inadecuada tiene más que ver con los hábitos de los pacientes que con los de los médicos. Nota: los números de la investigación son los siguientes: se entrevistó a 1.872 personas a las que se les hizo observar comerciales televisivos para medicamentos de venta bajo receta y a 639 personas que no vieron ningún anuncio. El margen de error de la encuesta fue de más menos 2,6 por ciento.
Redacción Adlatina

por Redacción Adlatina

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