Merck & Co. declaró que pagará 4.850 millones de dólares para finalizar con miles de juicios estaduales y federales provocados por el calmante Vioxx, en lo que terminó siendo uno de los choques jurídicos más duraderos de la historia vinculados con especialidades medicinales.
Los directivos de la firma estimaron que el acuerdo, si es finalmente aceptado, concluiría con entre 45.000 y 50.000 juicios individuales, presentados por usuarios de Vioxx que sufrieron ataques cardíacos o de isquemia, el tipo de afección en el cual se bloquea el flujo de sangre al cerebro.
“Sin este arreglo, el litigio podría perdurar durante años”, declaró el vicepresidente ejecutivo de Merck, Kenneth Frazier, durante una conferencia de prensa.
Para Frazier, el acuerdo es “responsable y razonable”, y permite al laboratorio mejorar la cuantificación de su deuda, estimada alguna vez en 50 mil millones de dólares.
Los equipos de negociación se reunieron más de 50 veces en ocho estados y mantuvieron numerosas conversaciones telefónicas durante muchos meses antes de rematar este convenio.
“Estoy feliz con que se haya logrado esto”, dijo Chris Seeger, uno de los abogados de las partes demandantes. “Fue un litigio terrible, pero muy bien resuelto”.
Ataques e infartos
Merck retiró del mercado a Vioxx a fines de septiembre de 2004, luego de que sus investigadores determinaron que el específico, destinado a combatir la artritis, duplicaba el riesgo de ataques cardíacos e infartos.
Los demandantes debieron probar que habían tomado al menos 30 comprimidos de Vioxx y que sufrieron ese tipo de contingencias en su salud.
Para algunos, se trató de una concesión de Merck, que durante mucho tiempo insistió en que Vioxx podía hacer daño sólo después de 18 meses de utilización. Esas afirmaciones fueron descartadas con científicos independientes y abogados de los demandantes.