SERÁ EL PRIMER DÍA DE FERNANDO CAPALBO EN LA AGENCIA QUE CONDUCE EDUARDO BACA
Parte del personal de la ex Publicis se incorpora hoy a Graffiti D’Arcy
(Buenos Aires, lunes 3 de marzo, por Jorge Martínez -director de adlatina.com-) - Cuando aún no se sabe quién atenderá a los principales clientes de Publicis Buenos Aires (Nestlé, L’Oreal y Whirlpool, básicamente), off the record fue confirmada la disolución de la agencia y la incorporación de ocho de sus quince empleados a Graffiti D’Arcy; entre todos ellos, quien fuera el ceo de la filial de la
El de Buenos Aires es un caso atípico: desaparece Publicis y reina D’Arcy.
¿Cuál fue la causa principal de la disolución de Publicis Argentina cuando desde hacía más de dos meses estaba arreglada la fusión con Graffiti D’Arcy? Más de un observador señala el origen en una decisión apresurada de quienes conducían los destinos de la red francesa en Buenos Aires hace algunos años. Se dice que ellos acordaron la desvinculación del matrimonio Capurro -Marcelo y Dorys- sin haber definido quién se haría cargo de una deuda que con intereses y punitorios en la actualidad rondaría los 12 millones de pesos (unos 3,75 millones de dólares).
¿Por qué –todos se preguntan– se retiró de la razón social el apellido Capurro y se dio a entender, en su momento, que el matrimonio dejaba de pertenecer a la sociedad cuando en realidad mantuvo aproximadamente 15 por ciento de la acciones? Los más cautos creen que se pensó en ganar tiempo bajo la creencia de que las reales negociaciones de desvinculación llegarían a buen puerto en un corto período de tiempo.
Lo real: a mediados de octubre de 2002 el grupo Publicis, internacionalmente dueño además de Saatchi & Saatchi, Leo Burnett y D’Arcy, determinó una abrupta defunción de esta última en casi todo el orden mundial. Uno de los primeros movimientos fue incorporar los productos de Procter & Gamble a la cartera de clientes de Leo Burnett. Algo que en la Argentina generó ciertas complicaciones ya que en Graffiti D’Arcy 30 por ciento de las acciones pertenecen al grupo local formado por Eduardo Baca, Marcelo Maglione y Jorge Villegas.
Se señala como una de las decisiones del holding que Publicis absorba los negocios de D’Arcy –hecha la excepción de las marcas de P&G–. Y se sostiene que si los negocios de D’Arcy son mas importantes que los de la misma Publicis, el management de la primera es el que comanda la operación. Por eso se daba por descontado, y ese era el acuerdo, que Graffiti D’Arcy pasaría a ser Graffiti Publicis –obvio, con la misma conformación accionaria que Graffiti D’Arcy–. Hasta se llegó a comentar que el anuncio de esta fusión no iba a pasar de febrero de este año.
La corridas del último viernes, la anunciada y suspendida conferencia de prensa, no son más que datos anecdóticos. El e-mail con toda la información que se enviaría desde París a los medios especializados de la Argentina jamás llegó. Lo real es que comienza un nuevo proceso de reordenamiento interno en el holding que puede ser modelo para otros países latinoamericanos, como el caso de México, donde la operación de D’Arcy aparece como más fuerte.
A partir de hoy, Fernando Capalbo y un grupo de ocho colaboradores se dedicarán a seducir a los clientes que atendían hasta hace una semana para que recalen en Graffiti. Agencia que, por el momento y presentando otra contradicción del grupo, seguirá con el apellido D’Arcy. En tanto, se cuenta en el ambiente, un liquidador ya se está encargando de cerrar el “portal” para que los rayos del león con cabeza en forma de sol –símbolo de Publicis– ya no brillen sobre esta ciudad.