Una serie de renuncias inesperadas le está ocasionando problemas a Mitsubishi. En noviembre, renunció Ian Beavis, vicepresidente senior de marketing; y en diciembre lo hizo Diane Hong, directora de publicidad. Ahora, fue el turno de Finbarr O'Neill, quien dejó su cargo de ceo.
Después de la drástica caída en las ventas que sufrió la filial norteamericana de la compañía el año pasado, Mitsubishi Motors North America había decidido en diciembre poner en revisión su cuenta publicitaria, que -desde hace 4 años- era atendida por la agencia Deutsch, del grupo Interpublic. Pero los problemas aumentaron cuando O'Neill, líder del concurso, renunció.
El ex-ceo protestó: “Está mal que como yo fui quien inició el concurso, digan que le echo la culpa de los problemas de la compañía a la agencia”. Ahora, el equipo que tomará la decisión final del concurso está formado por: Bob Martin, director de marketing de Mitsubishi; Kevin Mayer, director de publicidad; y Hiroshi Taguchi, vicepresidente de planificación corporativa. También estarán incluidos Mike Tocci, vicepresidente de ventas y distribución; y Kazuyuki Kikuchi, director ejecutivo de Norteamérica. La compañía aseguró que Rich Gilligan –nuevo ceo- también incidirá en la decisión final.
De mal en peor
El jefe de Car Concepts, Todd Turner, reconoció que “ésta es definitivamente la peor performance de la industria” y que “la publicidad es el menor de los problemas que Mitsubishi está enfrentando ahora en los Estados Unidos”.
Por otra parte, Wes Brown –analista- agregó que en Mitsubishi “no tienen productos competitivos, sólo tienen una imagen débil y borrosa”. Añadió: “Hace tres o cuatro años, tenían una imagen fuerte que apuntaba a aquellas personas a quienes les gustaba divertirse y sentirse jóvenes. Pero el problema es que hoy la gente no sabe a quién se dirige esta compañía automotriz.”
Durante 2003, la compañía invirtió 280 millones de dólares en publicidad. En el 2004, la empresa habría experimentado una disminución de 37 por ciento en sus ventas.
Gilligan, intentará sacar adelante a la empresa que no deja de sufrir bajas.