Tras el paro de 24 horas de los trabajadores del sector público audiovisual francés, comienza escribirse un nuevo capítulo en la cruzada de Nicolás Sarkozy por suprimir la publicidad de la televisión estatal. Esta vez, el protagonista es el presidente de Francia, que volvió a hablar ayer al anunciar la creación de la Comisión para la nueva televisión pública, que tendrá como principal objetivo la financiación del nuevo modelo económico del medio.
En sus declaraciones, Sarkozy reiteró su plan de suprimir la publicidad en la TV estatal a partir de 2009, aunque dijo que habrá dos opciones: la suspensión total a partir del 1º de enero del año que viene, o la posibilidad de una prohibición progresiva, que también arrancaría en 2009 pero después de las ocho de la noche.
El plan de Sarkozy, en síntesis, consiste en quitar la publicidad de la TV pública y financiar los canales oficiales por medio de un impuesto sobre las ganancias publicitarias de los canales privados, y una tasa sobre los ingresos de los operadores de Internet y teléfonos celulares.
Los difusores privados se beneficiarán con mayores recaudaciones publicitarias, pero también pagarían impuestos más altos, y los anunciantes podrían entonces elegir entre otros medios.
El plan de presidente, todavía en sus etapas iniciales, es un movimiento de apertura hacia una liberalización muy amplia de la industria de la difusión, incluyendo cambios en la propiedad de las emisoras y restricciones a la publicidad, dicen los analistas.
Según el presidente, el objetivo de los cambios publicitarios es el de crear una división más clara entre los canales públicos con un servicio público que apunte a un contenido de alta calidad, y promover las producciones francesas, y el sector comercial.
La comisión
La comisión estará compuesta por 28 parlamentarios y será encabezada por Jean-François Cope, actual presidente del partido UMP en la Asamblea Nacional Francesa. El primer mandatario francés sostuvo que la comisión deberá ser “lo más imaginativa posible” para financiar el proyecto y tendrá que presentar sus conclusiones para fines de mayo.
De llevarse a cabo la supresión de la publicidad, se cree que dejarán de ingresar en los medios públicos audiovisuales franceses aproximadamente 1.200 millones de euros anuales.