Los gigantes del audio viven días de cambios inesperados. Al golpe de timón dado por Sony en la semana pasada (cortó lazos con la agencia Fallon a sólo cinco meses de contratarla para su publicidad), se suma ahora Panasonic, que acaba de darle un preaviso de 90 días a Grey Worldwide y poner en review toda su cuenta de 60 millones de dólares.
Grey (del WPP Group) no es ningún novato en la relación. Todo lo contrario: viene manejando la cuenta de Panasonic desde 1981. Su trabajo más reciente fue denominado Ideas for life. Los medios son manejados por MediaCom, empresa hermana de la agencia, pero todavía no se sabe si será afectada por la medida, tanto en el planeamiento como en la compra.
Otras agencias que trabajan con Panasonic son Merkley + Partners (grupo Omnicom), The Kaplan Thaler (Publicis) y Renegade Marketing Group, todas de Nueva York. Se vienen encargando, respectivamente, de los segmentos de laptops, afeitadoras eléctricas y el mercado hispano.
Curioso desenlace
Para los observadores, la separación del largo matrimonio entre Panasonic y Grey es, cuanto menos, curiosa. Porque la campaña Ideas for life, que arrancó en abril, había logrado triplicar el market share de la compañía. Cifras al canto: cuando arrancó el operativo, Panasonic tenía 18 por ciento del mercado, y ahora ya llega a 55.
La explicación “oficial” de la compañía es que se separa de Grey “para transformar las operaciones en America del Norte”.
El responsable de esta jugada es Yoshi Yamada, nuevo chairman y ceo de Panasonic Corp., que asumió en junio del año pasado, y llegó a cambiar el nombre de la corporación (pasó de Matsushita Electric Corp. of America a llamarse Panasonic). Asimismo, anunció que de ahora en adelante la compañía pondría el mayor énfasis de su promoción en productos digitales, como plasma tv, cámaras digitales y grabadores de DVD.
Dicen sus colaboradores más cercanos que Yamada está obsesionado por construir lo que él llama “la nueva Panasonic de los Estados Unidos”, y que para eso no se detendrá ante ningún cambio, por drástico que fuera.
Como, por ejemplo, cortar un lazo de un cuarto de siglo con una agencia de publicidad.