La antigua ejecutiva de Ogilvy & Mather Shona Seifert fue sentenciada a 18 meses de prisión y dos años de probation –que consta de un “código de ética” para la industria publicitaria como parte de las 400 horas de trabajo comunitario y el pago de una fianza de 125 mil dólares y otros mil más en resarcimiento por daños y perjuicios- por su participación en el caso de sobrefacturación contra la oficina nacional de políticas de control de medicamentos –ONDCP-, para cubrir un pasivo de la empresa de 3 millones de dólares, en 1999.
Seifert deberá hacer su rendición antes del 6 de septiembre, y se dice que seguramente cumplirá su sentencia, con un mínimo de facilidades de seguridad, en Danbury.
El miércoles, en un tribunal de Nueva York se había dictado sentencia al ex director financiero de las oficinas de Ogilvy & Mather en Nueva York, Thomas Early –14 meses de prisión y el pago de más de 10 mil dólares-. Pero en el caso de Seifert, por tratarse de la entonces directora de grupo que lideraba el manejo de la cuenta, era quien más estaba en la mira del tribunal, y se le buscó una sentencia mayor –aunque se había hablado de un término de 51 a 63 meses-.
En febrero, Early y Seifert fueron encontrados culpables de las diez denuncias que había en su contra, de las cuales una era por fraude al gobierno y las restantes por falsas declaraciones.
Durante el juicio, los demandados insistieron en que ellos no pidieron a los empleados de Ogilvy que aumenten el número de horas facturadas a la ONDCP.
Early aludió a que algunas sobrefacturaciones aparecieron a fin de “contener inexactitudes”.
“Una cuestión de ética”
Según el juez Richard M. Berman, hubo más de 70 cartas en las que se destacaba a Seifert como una mujer de negocios “exitosa y de gran nivel”, pero acotó que “el éxito empresario es ilusorio si no se tiene en cuenta la ética en la práctica del negocio, la cual debe inculcarse en todas las aristas del mismo”. De este modo, sostuvo que se trató de una cuestión específicamente de “falta de ética”, producto tal vez de la necesidad de un código al respecto. Si bien no se especificó el largo ni el contenido del código, Seifert deberá escribirlo en el término que dura la probation.
Por su parte, la ejecutiva dijo haber pasado cinco años envuelta en “una absoluta pesadilla” y dijo estar apenada por los problemas que a raíz de esto causó a su familia. “Pero más aún, lamento que una campaña publicitaria que fue hecha para hacer el bien se haya convertido en fuente de tanto dolor para tanta gente”, concluyó.
Y si bien no hizo ningún comentario hasta dejar la Corte, en un comunicado que envió su abogado Greg Craig dijo: “La sentencia de hoy fue la culminación de una profunda, prolongada y penosa experiencia. No es momento de discutir lo sucedido hace cinco años. Quiero agradecer a mi familia y amigos, y al equipo de Williams & Connolly por su apoyo incondicional. La última de las libertades del ser humano es la capacidad de elegir su propia actitud frente a la adversidad. Espero tener la fuerza para salir delante de esta mentira con gracia y coraje”.
Cuando se fue de Ogilvy, Seifert asumió el cargo de presidenta de TBWA\Chiat\Day en Nueva York, que ejerció durante dos años. Y a partir de enero pasado, se tomó tres meses para prepararse para el juicio. El 28 de febrero, Seifert dejó de formar parte de la agencia del grupo Omnicom.