JOSÉ FRANCISCO CORREA, PRESIDENTE DE MEDIA GURÚ, PREVÉ LOS CAMBIOS QUE LA NUEVA PIRÁMIDE ALIMENTICIA GENERARÁ EN LA COMUNICACIÓN
Sobre las propiedades comunicativas de las pirámides
En esta columna, José Francisco Correa Navas reflexiona de cara al futuro y se pregunta de qué modo impactará en los medios la nueva propuesta dietaria publicada en la revista Scientific American en enero del año pasado, una pirámide que refleja, de mejor manera según los especialistas, el interés de guiar a las personas a una dieta saludable y evitar padecimientos cardíacos.
Imagen de la nueva pirámide alimenticia tomada de la página web de la revista Scientific American.
A finales de los 60, Erich von Däniken escribió una serie de libros que popularizaron las pirámides, después de 4000 años. Muchos construyeron pirámides orientadas hacia el Este sobre sus lechos, con el fin de concentrar las energías positivas y transportarlas hasta su propietario.
Las pirámides han sido íconos utilizados por ancientes civilizaciones y, aún en nuestra cultura, se manifiestan por medio de la arquitectura, en las ciencias, la comunicación, la administración, la política y otros quehaceres humanos.
En 1992, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) divulgó oficialmente la pirámide alimenticia que, a lo largo de la última década, ha tenido enorme influencia en los hábitos occidentales. Mucho del desarrollo de productos se ha basado en ella. Los medios de comunicación se han visto beneficiados, dado que estimuló tendencias y hábitos de consumo que se han arraigado entre la población: las pastas se popularizaron, el consumo de productos “light” se incrementó, el ataque a los dulces derivó en sustitutos bajos en calorías, los edulcorantes reemplazaron al azúcar, la repulsión hacia las grasas y aceites, etcétera.
En enero de 2002, la revista Scientific American dio a conocer una nueva propuesta que está siendo promovida por el Centro de Políticas de Nutrición y Promoción de la USDA. De acuerdo con Walter C. Willet y Meir J. Stampler, la nueva pirámide refleja, de mejor manera, el interés de guiar a las personas a una dieta saludable y evitar padecimientos cardíacos.
En uno de sus aspectos más relevantes, la propuesta de Willet y Stampler señala que no todos los carbohidratos son buenos, ni todas las grasas son malas. En particular, las grasas vegetales insaturadas contribuyen a reducir el riesgo de colesterol y, consecuentemente, los ataques cardíacos.
Asimismo, indica que reemplazar energía de las proteínas por carbohidratos no es necesariamente positivo ya que, si bien es cierto que reduce los niveles de colesterol “malo”, a su vez reduce el colesterol “bueno”, eleva los triglicéridos y, entonces, aumenta el riesgo cardíaco.
Los autores realizan una clara diferenciación entre las bondades del pollo, el pescado e, incluso, los huevos, en comparación con las carnes rojas que, junto con el pan blanco, las pastas, las papas, los dulces y la mantequilla, ocupan la cúspide.
Ahora bien: el motivo de este artículo es llamar la atención a los mercadólogos y publicistas encargados de desarrollar productos y campañas de comunicación, pues de seguro se desatará una batalla comercial importante en el sector de alimentos, una vez que se realicen ligeros ajustes, se adopte y comience a difundir esta nueva pirámide alimenticia a principios de 2005.
El impacto se haría sentir en múltiples categorías de productos. Por ejemplo, en el sector de comidas rápidas; el pollo tendrá enormes ventajas sobre las pizzas, hamburguesas y pastas. Se estimulará el consumo de pescado y productos del mar y podríamos observar nuevas tecnologías de producción en el sector de enlatados, para conservar inalteradas sus propiedades alimenticias.
Curiosamente, la nueva pirámide considera conveniente el consumo moderado de bebidas espirituosas o alcohólicas, excepto en casos en los que han sido prohibidas expresamente por un especialista. La cerveza, vino y todos los licores tienen muchos puntos a favor.
Dado que se recomiendan los complementos vitamínicos o de calcio (si existe bajo consumo de lácteos o en la edad madura), veremos crecer este importante sector de la industria farmacéutica. Los lácteos, además, tienen un espacio positivo reservado.
En el campo de los carbohidratos, el pan blanco, los postres a base de harina de trigo y las pastas refinadas serán “atacadas” con mayor dureza por los productos integrales, los cuales son recomendados expresamente por la nueva pirámide. ¿Alguien ha visto en las góndolas una pasta integral? Tengo varios meses de buscarlas y no las encuentro.
El artículo señala que aún no se han comprobado las propiedades de muchas frutas en la prevención del cáncer y deja abierto el espacio para la investigación. Estimula el consumo de nueces y legumbres, recomienda incluir en la dieta vegetales en abundancia y reduce, ligeramente, las porciones diarias de frutas.
Incluso podría tener impacto en el mercado de bebidas: en ese rubro, los refrescos hechos a base de frutas naturales tienen mayores oportunidades frente a las opciones sintéticas.
En estos últimos rubros, prácticamente no existen marcas que se impongan en el mercado o en la mente de los consumidores. En el mercado que mejor conozco, Costa Rica, sólo recuerdo pocos ejemplos. Con las tendencias al consumo de productos orgánicos, además de la recién incorporada corriente en lucha contra los alimentos transgénicos, se ha abierto una oportunidad de mercado, pero aún no se han desarrollado marcas lo suficientemente sólidas como para que exista en los consumidores una completa diferenciación.
Esta oportunidad es única para Costa Rica, ahora metida en el terreno de la globalización y de los tratados de libre comercio, considerando que tampoco en los mercados internacionales se observan “marcas” de gran fortaleza. ¿Es posible convertir un “commodity” en una marca? Por supuesto que sí: sirvan de ejemplo Frijoles Don Pedro, Hortifruti, Minys o Dole.
Finalmente, se recomienda el ejercicio diario y el control del peso, lo cual significa más gimnasios, centros y productos deportivos, así como el aumento en la demanda de profesionales en estas áreas, como especialistas en nutrición, terapeutas deportivos e, incluso, los servicios de “personal training”.
En los supermercados se abrirán espacios en las góndolas para los nuevos productos. El pretexto para no nutrirse diariamente con huevos finalizará. Además, habrá que reimprimir muchos libros de textos de primaria y secundaria, pero también habrá desinformación. Un diario en Costa Rica reseñó la nueva pirámide de una publicación de USA Today y luego, otros diarios, publicaron dos veces la pirámide de 1992.
Tan solo dos semanas después encontré un caso publicitario aislado publicado por el diario La Nación: un anuncio de una página “full color” de una marca de aceites que aprovechó la nueva pirámide en su beneficio. Y vendrán muchas publicaciones más, muchas campañas, mucha actividad publicitaria y muchas estrategias, defensivas y ofensivas; en fin, mucha competencia.
De que las pirámides tienen propiedades comunicativas y mercadológicas no me queda ninguna duda. Pero además tienen otras; si no, consulten a Von Däniken.