“Nos autodefinimos como una co-creation advertising house”, explican Gustavo Lauría y Marco Vega, que vienen de trabajar juntos en The Vidal Partnership como managing partners y acaban de lanzar su propia agencia: We Believers.
Los fundadores aseguran que el nuevo emprendimiento se basa en una idea muy simple: trabajar con los clientes y no solo para ellos, como parte de una conversación, donde la confianza y el diálogo como bases de la cocreación son los pilares fundamentales.
En este sentido, explican que el nombre de la agencia hace referencia a todas las personas involucradas en el proyecto de principio a fin. “Empezando por nosotros, que creemos en una idea o estrategia. Pero también, de la mano con el cliente, que tiene que confiar en eso, otros creativos que quieren ser parte del proyecto e, incluso, los consumidores que se vuelven creyentes de la marca”.
Con respecto a por qué decidieron lanzar We Believers ahora, Marco Vega comenta: “Las marcas y los negocios se están replanteando mucho qué significa ser ‘a good business’. Ya no se trata de hacer nuestro negocio y con lo que sobra ver cómo contribuimos al planeta. Ahora eso es ya una exigencia. Vamos a hacer el bien y aparte vamos a ganar dinero. Las dos cosas deben ir de la mano”. Por otro lado, Vega menciona la importancia del diálogo de cocreación entre negocios, consumidores y marcas: “A nivel cultural, Estados Unidos es un país que se está cocreando con todo lo que está pasando con los hispanos y las demás minorías. El país se está reinventando. Esa es una oportunidad para We Believers. Es un momento en el que la comunidad creativa y la de negocio tienen que agarrarse de la mano y generar un nuevo diálogo y nuevas maneras de hacer las cosas. Es un momento de tensión, y eso en general genera oportunidades”.
Colaborar desde el minuto uno
La agencia nace con la creencia de llevar el dialogo estratégico y creativo al mero principio. Es decir, involucrarse con los clientes en la etapa de planeación del año desde el momento uno, desde la gestación de esos planes. “A partir de ahí, vamos a tomar la decisión de cómo vamos a abordar el 2015 con ellos. A diferencia de llegar al momento de planeación una vez que ya está todo definido. Estamos tomando el diálogo desde donde se genera el manantial”, sostiene Vega.
“Este diálogo de colaboración empieza a ser más coherente a la hora de trabajar con alguien que está a tu mismo nivel pero de otro mercado. Entonces, comienzan a surgir charlas con agencias a las que realmente respetamos, que se contactaron con nosotros para ver cómo podemos enfrentar un proyecto global desde el principio. Se trata de tener la agilidad de trabajar con clientes, con otras agencias, con artistas, con quien sea, y pensar todos juntos en pro de un proyecto”, agrega Lauría.
Esta filosofía se refleja, inclusive, en el espacio donde funciona la oficina. Se trata de un ‘share space’ de cinco pisos, en el que funcionan distintas start-ups. “Eso es genial porque es una forma más de cocrear –comentan Vega y Lauría-. Cinco pisos de profesionales con toda la energía de arrancar un negocio”.
De cara a los objetivos con que nace la agencia, Lauría asegura que, principalmente, el foco está puesto en hacer un trabajo que les guste: “Queremos generar una cultura, queremos trabajar con personas que nos inspiran, que creen en nosotros y nosotros en ellos. No creo que sea nuestro plan crecer demasiado. Queremos mantenernos como máximo en un tamaño mediano, porque esa es nuestra esencia, ser una parte integral del trabajo. Como todos, obviamente queremos crecer un poco, porque es lo que da la tranquilidad y permite elegir los clientes con los que uno quiere trabajar. Buscamos generar la conversación en todos los niveles, es la única forma de hacer un buen trabajo, que les sirva a los clientes en los números y que inspire a la gente”.
