A la izquierda, Martin Sorrell, el publicitario inglés que nació en 1945, que se hizo fuerte como financiero de los hermanos Saatchi en los años 70 y 80 y que en 1985 invirtió en Wire and Plastic Products (WPP) y lo convirtió en el holding más grande de la publicidad mundial, dueño ―entre muchas otras― de empresas como Ogilvy, J. Walter Thompson, Young & Rubicam y Grey; a la derecha, Marian Goodell, CEO de Burning Man, un evento anual que se realiza en el desierto de Nevada, en los Estados Unidos: bautizado literalmente Hombre en Llamas, se manifiesta en una ciudad temporal construida por los participantes hasta el primer lunes de septiembre, día del Trabajo en Estados Unidos; la última noche, una gigantesca escultura con forma de hombre y un enorme templo, ambos construidos en madera, son prendidos fuego.
¿Qué vínculo podía tener ese evento con un espacio como el escenario mayor de Cannes Lions? Claramente poco, aunque tanto Sorrell como Goodell insistieron en adjudicarle una relación definitiva con la creatividad humana.
Igual que en 2018, cuando entrevistó al periodista neoyorquino Ken Auletta y desplantó a todos los que estaban esperando de su parte un testimonio directo y en caliente de su salida de WPP, ocurrida dos meses antes, esta vez Sorrell también tomó las riendas de la presentación y, tras explicar que él asistió personalmente a Burning Man tres veces en los últimos cuatro años, exhibió el video Dreamers & Doers, que presenta de modo muy resumido el espíritu central del evento y termina homenajeando a su fundador Harvey, “our first dreamer and doer”.
A continuación, siempre dejando que Goodell se explayara sobre el proyecto que dirige, Sorrell habló de la presión y la disrupción que están experimentando los seis grandes grupos publicitarios y explicó que Burning Man es una de esas grandes disrupciones. Luego tomó la palabra Goodell y, tras anunciar que ese día era el aniversario del primer Burning Man, proyectó los diez principios sobre los que se realiza cada año: inclusión radical, regalar, desmercantilización, autosuficiencia radical, autoexpresión radical, esfuerzo comunal, responsabilidad cívica, no dejar rastro, participación e inmediatez.
Y es en ese momento cuando, igual que el año pasado, el asistente avezado comienza a experimentar la sensación de estar siendo testigo de una presentación excesivamente guionada. Por momentos, pareciera que Sorrell estuviera haciéndole a Goodell dar consejos a una audiencia “formada por publicitarios y gente de medios” (expresión del publicitario inglés) y ella, en respuesta, habla de trabajo colaborativo, cita el ejemplo de Tom Sawyer pintando la verja con sus amigos y aconseja: “Unbrand yourself and be more authentic” (Rebautícese, o también sáquese su marca de encima, y sea más auténtico).
¿Hay un mensaje no tan oculto en esta conferencia, que Sorrell pretende dar sobre Burning WPP, tal vez una presentación que le hubiera gustado llegar a preparar en 2018 y no llegó a tiempo, o tal vez un mensaje suyo que surge de lo que él anuncia que viene ocurriendo con WPP desde que él se fue en abril de 2018? Sorrell no suele dar puntada sin hilo, y es probable que no sea caprichoso que S4 Capital haya decidido hacer esta presentación en Cannes Lions 2019.
Durante largos tramos de la presentación Goodell explica los cómos de todos los pasos de Burning Man, de su construcción y consiguiente destrucción en una semana, algo que no parece tener mucho sentido en un escenario de Cannes Lions en el que está Martin Sorrell... salvo que sí lo tenga y haya que descubrirlo.
Como cierre, Sorrell le propone a Goodell compartir con el público un video sobre Fly Ranch. “El proyecto más nuevo de Burning Man, ¿no?”, le pregunta él. “Sí, el proyecto más nuevo”, responde ella. Y el mismo espectador avezado vuelve a tener la sensación de que donde dice Fly Ranch hay que leer S4 Capital: aquí ya no hay destrucción ni muñecos que se prenden fuego, sino otro tipo de esperanza.
