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UN ESTUDIO REALIZADO POR LA RED EURO RSCG

Metrosexuales: ¿El futuro de los hombres?

La red Euro RSCG envió una síntesis del nuevo estudio realizado por el equipo que lidera Marian Salzman -directora de estrategia en el orden mundial -. El trabajo analiza las actitudes y ambiciones de los hombres del Siglo XXI. A continuación se transcribe el texto recibido.

En el musical de Broadway "My Fair Lady," Henry Higgins se pregunta con amargura, "¿Por qué la mujer no puede ser como el hombre?" En 1956, cuando Frederick Loewe and Alan Jay Lerner escribieron "My Fair Lady," ese era un cuestionamiento provocativo. Hacia el final del siglo XX, ya no lo era tanto – de hecho, en sus lugares de trabajo y en sus casas, en sus cuentas bancarias y en sus actitudes hacia el sexo, las mujeres ya se parecían cada vez más a los hombres. Pero, ¿qué pasó con los hombres? ¿Cómo afectó a los hombres el movimiento feminista y otros desarrollos sociales de las últimas décadas? A fin de saber esto, Euro RSCG Worldwide realizó una encuesta entre hombres de Estados Unidos de América de entre 21 y 48 años (n=510) y mujeres de Estados Unidos que tenían relación con un hombre dentro del mismo rango de edad (n=548). La encuesta llevada a cabo por Market Probe International a principios de junio de 2003 investigó el estado actual de la masculinidad y sondeó las reacciones de los hombres ante situaciones que fueron desde sus actitudes hacia las mujeres en su lugar de trabajo hasta preguntarles en qué mujer de entre las celebridades encuentran su amante ideal. Los resultados de la encuesta podrían haber llevado a Lerner & Loewe a reconsiderar su pregunta. La pregunta que correspondería hacerse en el 2003 sería: "¿Por qué el hombre no puede ser como la mujer?" La respuesta: Lo es. Tengamos en cuenta que: • Están cambiando las cosas con las que los hombres sueñan. El estudio de Euro RSCG preguntó a los encuestados qué pedirían si un genio les ofreciera concederles “sólo un deseo”. Entre las opciones dadas se incluían ser reconocidos como un héroe nacional, dirigir una gran corporación y ser una estrella de las ligas mayores de los Estados Unidos. Lo que más de dos tercios de los hombres encuestados eligió no fueron riquezas, ni fama, ni gloria; sino amor, familia y amistad. Lo más soñado por más de un tercio (35%) de la muestra es “envejecer junto a una mujer que ame”. Seguido por, “tener hijos sanos y felices” (22%), y luego "tener un grupo de amigos que me apoyen en forma incondicional y con quienes pase buenos momentos " (10%). Sólo el 8% soñó con dirigir una compañía del ranking de Fortune 500, quienes en su mayoría eran aquellos menores de 30 años y provenientes de entornos sin hijos. • La liberación sexual ya no cautiva a los hombres. Al pedirles que califiquen la situación que más les atrajera de entre 13 opciones de momentos “soñados”, muy poco más de la mayoría (52%) dijo que la opción de un "encuentro amoroso donde sea y cuando sea con la mujer de mis sueños" les atraía, mientras que el 32% consideró a esta opción poco o nada atrayente. Aquellos de 30 años y más y con hijos, eran los menos dispuestos a salir en busca de provocar a una mujer. • Los hombres se sienten cada vez más cómodos describiéndose en términos emocionales. Cuando se les pidió quede una lista de aproximadamente tres docenas de palabras eligieran una para definirse, sólo el 20% de los encuestados se describió como “sexy”—mientras que el 46% se consideró "romántico”. La palabra más elegida por los hombres para describirse a sí mismos fue: "atento," opción tomada por el 74% de la muestra. • De acuerdo con el 89% de los hombres encuestados, en el mundo de los negocios, un buen cuidado personal es esencial para los hombres de hoy en día. Puede que ese sea el motivo por el cual cerca de la mitad de la muestra (49%) sostiene que no hay nada de malo en hacerse una limpieza de cutis o una manicura. • Y, ¿qué sucedió con el machismo de los hombres? Mientras que el 15% de los hombres encuestados sostienen que la mujer promedio no aporta tanto valor agregado al lugar de trabajo como el hombre promedio, cuatro veces esa cantidad de hombres fueron los que no estuvieron de acuerdo con tal afirmación (63%), incluyendo un 36% que se oponen a esa afirmación con firmeza. Es más, si se les diera la oportunidad de volver atrás y suprimir el movimiento feminista de la historia, sólo el 12% de los hombres encuestados lo haría, mientras que el 76% no lo haría. Esto será una sorpresa para las mujeres encuestadas, de las cuales el 29% pensó que el hombre medio de su edad sería feliz si pudiera eliminar todo rastro de los movimientos feministas. Entonces, ¿qué es exactamente lo que está pasando? ¿Cuándo fue que los hombres empezaron a sentirse más cómodos expresando sus facetas “femeninas”? Las primeras señales de este cambio se evidenciaron a fines de los años setenta y principios de los ochenta, cuando los analistas hablaban del surgimiento del “hombre nuevo”—en contacto con sus sentimientos, sin avergonzarse de ellos. Sin embargo, los analistas de tendencia de Euro RSCG observan el surgimiento de un segmento de hombres que han adoptado costumbres y actitudes que hasta entonces eran consideradas pertenecientes a la mujer, lo que fuera confirmado por esta encuesta. Estos hombres, denominados metrosexuales, de ninguna manera son debiluchos, ni afeminados, confían en su masculinidad y en su identidad. Tienden a concentrarse en las grandes ciudades o en sus alrededores (de ahí que se los llame "metro"). No obstante lo cual, aquellos que están fuera de zonas metropolitanas también están marcados por cierto grado de urbanidad o sofisticación. Ellos tienen conocimiento sobre la moda—lo que los diferencia del estereotipo de hombre norteamericano— y disfrutan de salir a comprarse cosas para ellos. Les gusta verse bien y sentirse bien. ¿Son homosexuales? Mayormente no, pero se sienten cómodos entre personas con diferentes sexualidades. Según Marian Salzman, Directora de Estrategia de Euro RSCG Worldwide y una de las creadoras del estudio, "el metrosexual representa el puntapié inicial de un cambio que se da en forma paralela al proceso del movimiento feminista, pero sin la pasión ni la vertiente política de este último”. Y Agregó, "en el 1900, la mujer debía luchar por ser considerada igual al hombre. En este nuevo siglo, los hombres –siendo aún el género dominante- tienen el coraje de explorar el mundo femenino sin temer perder su condición de hombres de verdad. Los resultados de la encuesta demuestran que cada vez más hombres están dispuestos a asumir el riesgo".

por Redacción Adlatina • 26 de junio de 2003