Francia no es un país que se escandalice demasiado por el desnudo femenino, pero una campaña publicitaria de prendas interiores armada con tiras de cuero puso los pelos de punta a un importante sector de la opinión pública.
La campaña para la marca Sloggi provocó duras reacciones de consumidores y de organismos que supervisan la publicidad en el país. “Las mujeres estamos hartas de ser tratadas como mercaderías -se indignó la diputada Segolene Royal, que fue ministra de Asuntos Familiares en el anterior gobierno socialista francés-. Y no queremos que los niños sigan teniendo que ver imágenes que los golpeen en el medio de la calle”.
Los posters callejeros de las prendas aparecieron y desaparecieron en menos de 48 horas. Pero la vocera de la compañía Triumph International –empresa suiza fabricante de la marca– dijo que “aquí nadie ha cedido a las quejas. Simplemente se terminó el tiempo de exposición previsto para los avisos de esta campaña”.
Según la portavoz de Triumph, “este debate ha sido un increíble éxito comercial, porque las ventas se triplicaron en Francia”. A partir del año 2000, agregó, Sloggi apuntó directamente al mercado de las mujeres jóvenes, “mostrándoles lo que realmente podíamos hacer por ellas”.
En uno de los afiches más comentados de la última campaña aparecían cuatro mujeres jóvenes vistiendo solamente esas prendas y guantes de boxeo rojos. En otro aviso se veía a tres mujeres con las mismas prendas, bailando en actitud de hacer strip-tease.
Exigencia de suspensión
Mientras Royal y otras diputadas socialistas publicaban una declaración denunciando la campaña, la Oficina de Verificación Publicitaria francesa exigió a Sloggi que suspendiera de inmediato su publicidad. Dicha oficina es un cuerpo independente que fija estándares para la industria publicitaria, pero no tiene poder de policía para retirar avisos o levantar comerciales del aire.
Seis meses atrás, la misma entidad reclamó a Sloggi que retirara otra campaña, pero no recibió respuesta alguna de la empresa suiza.
“Que las mujeres posen desnudas no es un problema aquí en Francia, pero la cuestión en este caso es el contexto –explicó Joseph Besnainou, director general de la Oficina de Verificación–. Yo no creo que las mujeres francesas aspiren a convertirse en strippers”.
Según el dirigente, “ni Francia se está volviendo mojigata, ni los publicitarios son más osados que en otros tiempos. De los últimos 43 avisos y comerciales que estudiamos recientemente, sólo 15 fueron considerados por debajo del nivel mínimo exigible”, agregó.
En Suiza también
En Suiza, país de origen de Sloggi, la gente parece haber tomado con más vehemencia la polémica. Algunos afiches fueron destruidos y otros han sido cubiertos con graffitis, tanto en las campañas de verano como de primavera. Un grupo feminista, Terre des Femmes, denunció a la empresa ante las autoridades del país para que se la obligue a retirar la publicidad. Hasta el momento, el pedido no ha tenido respuesta.
La campaña para la marca Sloggi provocó duras reacciones de consumidores y de organismos que supervisan la publicidad en el país. “Las mujeres estamos hartas de ser tratadas como mercaderías -se indignó la diputada Segolene Royal, que fue ministra de Asuntos Familiares en el anterior gobierno socialista francés-. Y no queremos que los niños sigan teniendo que ver imágenes que los golpeen en el medio de la calle”.
Los posters callejeros de las prendas aparecieron y desaparecieron en menos de 48 horas. Pero la vocera de la compañía Triumph International –empresa suiza fabricante de la marca– dijo que “aquí nadie ha cedido a las quejas. Simplemente se terminó el tiempo de exposición previsto para los avisos de esta campaña”.
Según la portavoz de Triumph, “este debate ha sido un increíble éxito comercial, porque las ventas se triplicaron en Francia”. A partir del año 2000, agregó, Sloggi apuntó directamente al mercado de las mujeres jóvenes, “mostrándoles lo que realmente podíamos hacer por ellas”.
En uno de los afiches más comentados de la última campaña aparecían cuatro mujeres jóvenes vistiendo solamente esas prendas y guantes de boxeo rojos. En otro aviso se veía a tres mujeres con las mismas prendas, bailando en actitud de hacer strip-tease.
Exigencia de suspensión
Mientras Royal y otras diputadas socialistas publicaban una declaración denunciando la campaña, la Oficina de Verificación Publicitaria francesa exigió a Sloggi que suspendiera de inmediato su publicidad. Dicha oficina es un cuerpo independente que fija estándares para la industria publicitaria, pero no tiene poder de policía para retirar avisos o levantar comerciales del aire.
Seis meses atrás, la misma entidad reclamó a Sloggi que retirara otra campaña, pero no recibió respuesta alguna de la empresa suiza.
“Que las mujeres posen desnudas no es un problema aquí en Francia, pero la cuestión en este caso es el contexto –explicó Joseph Besnainou, director general de la Oficina de Verificación–. Yo no creo que las mujeres francesas aspiren a convertirse en strippers”.
Según el dirigente, “ni Francia se está volviendo mojigata, ni los publicitarios son más osados que en otros tiempos. De los últimos 43 avisos y comerciales que estudiamos recientemente, sólo 15 fueron considerados por debajo del nivel mínimo exigible”, agregó.
En Suiza también
En Suiza, país de origen de Sloggi, la gente parece haber tomado con más vehemencia la polémica. Algunos afiches fueron destruidos y otros han sido cubiertos con graffitis, tanto en las campañas de verano como de primavera. Un grupo feminista, Terre des Femmes, denunció a la empresa ante las autoridades del país para que se la obligue a retirar la publicidad. Hasta el momento, el pedido no ha tenido respuesta.
